_
_
_
_
_

Descartes en la Fábrica de Tabaco

En las calles de Sevilla algunos termómetros marcaban ayer a primeras horas de la tarde más de 40 grados. En el Rectorado de la Universidad, los chicos que se examinaban de Selectividad luchaban, sin embargo, por mantener la cabeza fría y la memoria en forma. Tocaba la prueba de Lengua y el comentario de texto. En las salas donde antaño liaba puros Carmen La Cigarrera mientras daba de mamar a su hijo, se mantiene el fresquito de los edificios antiguos. Varias aulas de la antigua Fábrica de Tabaco sirven hoy para que los chicos con necesidades educativas especiales hagan tranquilos sus exámenes. A José Manuel López le llamaron hace unas semanas por teléfono desde la Universidad. Querían saber si necesitaba material especial para hacer las pruebas, dado que él está en una silla de ruedas. Dijo que sí y le han facilitado una mesa más grande donde puede estar cómodo. Para estos chicos, con cualquier tipo de discapacidad física, el tiempo no es problema. "Se les deja todo el que necesiten para completar su examen. Al final todos lo acaban en el tiempo reglamentario, pero de esta forma rebajan la tensión", explica Jaime Marañón, jefe del Servicio de Salud de la Universidad. En la provincia sólo hay 18 chicos de los 8.470 que se presentan este año a la Selectividad, que hayan requerido un trato especial, adecuado a su necesidad física. "Todos no lo solicitan, depende de cómo lleven su problema. Algunos prefieren hacer el examen con el resto de los compañeros en las sedes ordinarias", añade Marañón. Para José Manuel López, sin embargo, estar en una clase en la que sólo hay otras dos alumnas es más cómodo. "He estado estudiando 15 días, pero yo por las noches descanso. Sólo me pongo nervioso cuando en el momento en que ponen el papel encima de la mesa". López tiene 26 años y quiere estudiar Empresariales. Para ello necesita sacar un cinco de media entre la nota obtenida en la Selectividad y la que sacó durante el COU. "Seguro que entro en la carrera que elija porque además hay un cupo reservado para minusválidos". María del Carmen Tomás está nerviosa esperando que repartan los cuestionarios. Sus muletas descansan sobre la pared. "No es tanto el examen como la presión que tienes. Esta mañana, cuando vi el primer examen, me dije "esto está dominado". Por la mañana fue de Filosofía y salieron los de siempre, Platón, Descartes... Pero a las 16.55 horas no sabe que en un momento le van a pedir que titule y justifique un texto que habla sobre el idioma español por el que le darán, de hacerlo correctamente, un punto. Dos más por resumirlo en 10 líneas, y otro por explicar "a juicio del autor, donde reside el secreto de nuestro idioma". Para lo alumnos que se enfrentan a la Selectividad después de haber hecho el Bachillerato LOGSE, el cuestionario es distinto. Irene Toro es sorda y ayer por la tarde una logopeda le ayudaba a comunicarse con los profesores si tenía alguna duda. El examen de Historia que le han puesto ofrece dos caminos a elegir: una batería de preguntas sobre la historia española que recorren desde Isabel II hasta la Constitución actual o un comentario de texto sobre el "ultimátum norteamericano a España el 19 de abril de 1898". Un asunto, este último, más próximo a Carmen La Cigarrera que a Irene, que sólo tiene 20 años y un montón de nervios.

Un ataque de asma y otro de incontinencia

La primera jornada de Selectividad para los 34.671 estudiantes andaluces que empezaron ayer simultáneamente a las nueve de la mañana sus exámenes, transcurrió con absoluta normalidad. Los incidentes no fueron más que anécdotas, como esta de una alumna gaditana que no pudo controlar un ataque de incontinencia urinaria: Tenía que salir al servicio como fuera, no podía continuar su prueba en esas condiciones. Un guardia de seguridad la acompañó al cuarto de baño y vigiló su vuelta a la clase. En Málaga, donde se han examinado 6.024 alumnos (4.215 por COU y 1.809 por la Logse) , la jornada, según Alfredo Rodríguez, secretario general de la Universidad malagueña, transcurrió, salvo "pequeños incidentes, que se solucionaron en el momento, con toda normalidad". Entre ellos: el ataque de asma que sufrió una de las alumnas después de que alguien le robase el bolso en los servicios del campus de Teatinos. La estudiante no realizó las dos primeras pruebas porque tuvo que ser trasladada al hospital. Pero, por la tarde, pudo incorporarse a los exámenes. Algunos alumnos se quejaron en Sevilla del calor insoportable que hacía en una de las sedes de la Universidad Pablo de Olavide que no tenía refrigeración,lo que suponía una dificultad añadida a los nervios y la tensión. La Universidad, durante estos días, mantiene contacto con los servicios de emergencia de los hospitales por si ocurriera algún incidente. No es frecuente pero a veces se han dado casos graves y aparatosos. El jefe del Servicio de Salud Laboral de la Universidad de Sevilla, Jaime Marañón, recuerda el caso de una chica que sufrió un dolor de apendicitis y se negó a permanecer ingresada. "La trasladaron al hospital donde le enfriaron el conato con antibióticos y volvió a hacer el examen. Después, en agosto pasó por el quirófano". Tres días de nervios y calor, que vienen precedidos de otra quincena estudiando a deshoras y tomando café para soportar los madrugones, dan para mucho. Pero, desde el ámbito universitario se insiste en que la locura que ataca estos días a los futuros universitarios no está justificada. Más del 90% de los estudiantes que se presentan pasan con éxito estas pruebas. Otra cosa es que luego puedan estudiar la carrera elegida. Los números clausus en algunas titulaciones exigen una nota alta para poder acceder a esas carreras, que no siempre consigue el alumno. Para alcanzar esa nota de corte se hará una media entre la que se obtuvo en el instituto y la que se consiga en la Selectividad. En ese caso, los alumnos se cargan de razón: "Te lo juegas todo a una carta".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_