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Montsalvatge afirma que la vanguardia musical sólo es para una «minoría selecta»

El compositor catalán, de 86 años, ingresa en la Academia de Bellas Artes

El compositor Xavier Montsalvatge (Girona, 1912), cuyas Cinco canciones negras (1942) le han convertido en un músico reconocido internacionalmente, ingresó ayer en la Academia de Bellas Artes de San Fernando con un discurso titulado La recóndita belleza de la música , que fue contestado por el crítico Antonio Iglesias. Montsalvatge, que asegura ser un compositor «con mucha suerte» por haber podido estrenar todas sus obras, se declara un músico actual, pero no de vanguardia. «Nunca he tenido afán de renovación y no he sentido afinidad por la música de vanguardia, que considero necesaria, pero que siempre será para una minoría selecta. Se puede hacer música actual sin ser de vanguardia».

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Montsalvatge asegura sentirse «muy honrado» por su designación como académico honorario -«cómo no sentirse honrado de estar junto a Rafael Alberti, Antoni Tàpies, Alicia de Larrocha, Eduardo Chillida o Victoria de los Ángeles», exclama- e interpreta su elección por unanimidad como la consecuencia de «tener buenos amigos» y como «un reconocimiento a una obra extensa». Alicia de Larrocha cerró la sesión de ingreso en la Academia de Bellas Artes de Montsalvatge con la interpretación de tres obras del compositor escritas para piano.Montsalvatge, a quien cada vez le cuesta más componer -«porque temo repetirme y que cada nueva obra no esté a la altura de lo que he hecho», dice-, interpreta que el reconocimiento internacional de su obra es consecuencia de haber tenido buenos amigos para los que ha compuesto sus obras y que las han difundido, y por haber escrito una música que «sin ser inmovilista no es agresiva para el público».

Yo nunca he compuesto una obra pensando en el público, pero éste jamás me ha dado la espalda. Lo más importante en la música es pensar en el intérprete, y siempre se lo digo a los jóvenes compositores. Las vanguardias son imprescindibles para la evolución de la música, pero lo que ha surgido de ellas son obras tan complicadas que apenas tienen quién las interprete y quién las escuche. La historia de la música está llena de obras que nada han aportado a su evolución, pero que son importantísimas. Johann Sebastian Bach es un buen ejemplo de ello».

El compositor considera que hoy la música de vanguardia «está pasada de moda». «Cada vez es más difícil encontrar un compositor que se declare un músico de vanguardia. A mí la música surgida de la investigación siempre me ha despertado una gran curiosidad, pero después de mi trayectoria y a mis 86 años, todavía no me aclaro y no sé si me gusta o no. A mí lo único que me gusta es la buena música al margen de la escuela o tendencia a la que pertenezca».

Montsalvatge está convencido de que el mundo de la música denominada clásica vive actualmente uno de sus mejores momentos. «La creación de música y la actividad musical es tan intensa hoy que surgirán buenas cosas de este periodo, sólo nos falta la perspectiva de 50 años para poder separar el grano de la paja. La música que nos ha llegado hasta hoy es lo mejor de cada época y lo mismo sucederá con la que se hace ahora», afirma. Con respecto a España, el compositor considera que todavía le falta mucho para alcanzar el nivel de potencia musical que ostentan otros países.

«España nunca fue ni lo es un país que se distinga por su música. En literatura y pintura hemos sido una potencia artística, pero en música estamos muy lejos de un país como Francia. Sin embargo, ahora hay en España más orquestas que nunca, más festivales de música que lo que nunca hubieramos pensado y más concursos de composición que lo que habíamos soñado. Todo ello sinifican oportunidades para las nuevas generaciones».

La exigencia por parte de determinados colectivos de compositores en España de unas cuotas obligatorias de música contemporánea nacional en la programación de las orquestas públicas no es compartida por Montsalvatge.

«Los compositores se quejan, con razón, de que se programa muy poca música contemporánea, pero las cosas hechas por obligación jamás dan buen resultado y eso deberían saberlo antes de reclamar cuotas. Lo que considero que sería muy beneficioso son las ayudas a los jóvenes, con patrocinio o subvención, para que creen nuevas partituras. Ellos son el futuro y en ellos hay que invertir».

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