El PP quiere convertir en tránsfuga a Marqués excluyéndole del grupo parlamentario

El PP reunió ayer a su grupo parlamentario en Asturias para dar un paso definitivo en la crisis que vive el partido desde hace semanas. En la reunión, la mayoría de los diputados autonómicos, 14 frente a cinco (hubo dos ausencias), retiraron su confianza política al presidente del Principado, Sergio Marqués, y le exigieron que dimita de inmediato. Si Marqués decide resistir al frente del Ejecutivo asturiano y nombra oficialmente a los sustitutos de los miembros de su Gobierno que ya han dimitido, el PP entenderá que se ha autoexcluido de su organización y promoverá hoy mismo su pase al Grupo Mixto.

El mismo procedimiento será aplicado al hombre elegido por Marqués para la vicepresidencia, Leonardo Verdín. El PP pretende así convertir al equipo de Marqués en un Gobierno de tránsfugas. Marqués está cada vez más acorralado. Ayer no acudió a la reunión del grupo, convocada por el presidente regional del partido, Isidro Fernández Rozada. Tampoco asistió su ex vicepresidente, Ramón García Cañal, su mano derecha hasta su dimisión en la madrugada del pasado lunes.El grupo parlamentario del PP en Asturias estudió los últimos hechos de esta complicada crisis y, tras recordar el artículo 44 de los estatutos del PP -que consagra que los distintos gobiernos deben atenerse a lo que dicten los órganos internos, de los que emana la autoridad electoral- se reprobó a Marqués por haberse negado a aceptar los requerimientos del partido para que se corrigiera, se le retiró la confianza política y se le exigió su "inmediata dimisión". El grupo advirtió, asimismo, que en caso contrario entenderá que Marqués "se ha excluido voluntariamente" del PP.

Algunos letrados de la Cámara, según fuentes de la dirección del grupo, aconsejaron la aplicación del artículo 32 del reglamento de la Cámara, que podría aprobar la mesa del parlamento hoy mismo antes de que se reúna esta tarde el pleno. Si así fuera, tanto Marqués como Verdín pasarían a engrosar el Grupo Mixto, que actualmente conforman otros dos parlamentarios, uno fugado de IU y otro regionalista.

El PP ha concedido un poco más de margen para que recapaciten a los otros tres diputados díscolos. Si el PP perdiera esos cinco escaños se quedaría con 16 diputados y el PSOE, con 17 actas, sería el grupo mayoritario. IU tiene cinco parlamentarios. La mayoría absoluta necesita de 23 votos. La viabilidad de una moción de censura requeriría de unos pactos tan alambicados que en estos momentos se descarta.

El artículo 32 del reglamento de la Cámara invocado por el PP para expulsar a Marqués, sin embargo, no es demasiado explícito. Dice: "Los diputados que se separen de un grupo parlamentario lo comunicarán a la mesa, que los incorporará al Grupo Mixto, al que permanecerán adscritos hasta el término de la legislatura". Marqués, que ayer dijo que no oye "en la calle, ni a los sindicatos ni a la oposición" el requerimiento sobre su dimisión, esgrime que él no se ha separado de nadie, y que lo han excluido "en los ámbitos más acomodados de su grupo, para quienes representa el más alto riesgo que tienen presente".

El acuerdo del grupo fue suscrito por 14 parlamentarios. Otros cinco votaron en contra. Uno de ellos, Juan Ángel Bustillo, votó, puso su escaño a disposición del partido, dimitió a continuación también como vicesecretario del PP y se marchó de la sala. Es la primera víctima de la crisis en las filas de la estructura regional del PP. Su renuncia fue aceptada rápidamente por el presidente regional del partido. Se da la circunstancia de que Bustillo se mostró a favor, la semana pasada, de los cambios ejecutados por el partido en los portavoces del grupo parlamentario, hasta entonces afines a Marqués.

Responsables del grupo parlamentario del PP intentaron, a última hora de ayer, trasladar esta resolución al presidente del Principado, cuyo palacete está pared con pared y comunicado por un túnel con el parlamento regional. Marqués no le recibió y recogió la nota una secretaria.