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Sin conversaciones bilaterales

El conflicto pesquero entre los arrastreros alicantinos y una normativa del Gobierno de las Islas Baleares contraria a sus intereses sigue sin suscitar unas negociaciones entre las autoridades de ambas autonomías. "En el Gobierno balear", explicó el jueves el consejero de Agricultura, José Juan Cardona, "no hemos tenido ni comunicación de la protesta (yo me enteré por un periodista) ni tampoco esta semana hemos tratado este asunto bilateral con la Generalidad Valenciana; otras veces sí lo hemos abordado". Cardona, que precisamente es de Ibiza, promovió la polémica norma. Mientras llegan esas negociaciones, la Consejería de Agricultura balear, del PP, ha replicado esta semana con la imposición generalizada de sanciones ante la protesta de los gamberos y arrastreros alicantinos que han decidido hacer caso omiso a la normativa insular que restringe el horario de pesca. Casi la totalidad de los barcos que cada semana tienen turno rotatorio de actividad en las pesqueras ibicencas -50, sobre un total de 130 barcos autorizados- han sido expedientados por desatender la hora de llegada a puerto y el lugar de amarre. La sanción mínima es de 50.000 pesetas. La movilización implicaba también dejar de vender las capturas en las lonjas de Ibiza. "Recursos esquilmados" "En Valencia se cotiza mejor la gamba y el langostino que en Ibiza", agrega Cardona, "y si la han retenido es también porque les favorece. Lamentamos que los pescadores no entiendan que la normativa horaria afecta a todos las barcas de todas las islas y que la pretensión es proteger los esquilmados recursos existentes. El beneficio será para todos". Los pescadores alicantinos reconocen que es cierto, como dice el consejero, que "cada vez se pesca menos", que "las capturas bajan de manera alarmante" y que, en definitiva, todos salen "perjudicados". Lo que les molesta es verse perseguidos o controlados de cerca por la Guardia Civil del Mar o los inspectores de Pesca del Gobierno balear: "Como si nosotros fuéramos los culpables, o los únicos causantes del problema". "Perdemos medio millón al mes como mínimo con este retraso horario, que nos limita el acceso a pesqueras más alejadas y menos explotadas", explicó el patrón José, que considera que la normativa balear está dirigida contra las barcas peninsulares. "Hace un siglo que los arrastreros alicantinos descubrimos estas pesqueras y fuimos pioneros en la explotación de la gamba; el mar es de todos, la tradición nos ampara y una autonomía no puede actuar contra los intereses de los ciudadanos de otra; el Ministerio ya reguló esta cuestión de los horarios y nosotros nos atenemos a su disposición", indicó otro patrón, que firmó con la confradía el recurso contencioso administrativo interpuesto ante el Tribunal Superior de Justicia de Balearaes para anular las restricciones de la disposición balear y que está sin resolver. "No es justo que ahora nos quieran sacar", concluye.

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