Siete muertos en el desmantelamiento de un municipio zapatista en Chiapas
Al menos siete personas murieron ayer en el Estado mexicano de Chiapas en un enfrentamiento entre miembros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y las fuerzas de seguridad. El choque se produjo cuando la policía intentaba desmantelar el municipio rebelde de San Juan de la Libertad (legalmente, El Bosque), en la región de Los Altos. Cinco agentes están heridos, uno de ellos de suma gravedad, y hasta el momento hay 56 detenidos. El desalojo, el cuarto que lleva a cabo el Gobierno de Chiapas desde el pasado abril, sigue a una serie de emboscadas achacadas a las bases zapatistas.
La última de las emboscadas se produjo, precisamente, en la mañana del martes. Un grupo armado, presuntamente vinculado al EZLN, atacó en las cercanías de El Bosque a un camión en el que viajaba un grupo de indígenas simpatizantes del gubernamental Partido Revolucionario Institucional (PRI). Un campesino murió y otros cinco resultaron heridos, cuatro de ellos muy graves. Era la tercera emboscada que sufrían militantes del PRI en los últimos dos meses.Un día después, a primera hora del miércoles, un millar de soldados y policías llegaron al municipio con órdenes de arresto contra las autoridades rebeldes. Previamente algunos vecinos habían abandonado la zona. San Juan de la Libertad quedó constituido en diciembre de 1994, y sus mandos despachaban en la alcaldía de El Bosque. Mientras tanto, el PRI, que ganó las elecciones en 1995 (en las que el EZLN decretó la abstención) había instalado el ayuntamiento en una casa particular.
El operativo se extendió a las comunidades de Los Plátanos, Unión Progreso y Chavajeval. Fue en esta última donde se produjo el choque, del que hasta el momento se tienen noticias confusas. Según fuentes militares, la patrulla fue emboscada por un grupo armado. En el ataque, las fuerzas de seguridad contaban con el apoyo de helicópteros, uno de los cuales fue alcanzado por varios disparos.
Este es el cuarto municipio rebelde desmantelado en los dos últimos meses por el Gobierno chapaneco, que ha advertido que no tolerará la violación de las leyes vigentes.
La creación de estos ayuntamientos, estrategia aplicada por el EZLN desde finales de 1994, es considerada por las autoridades como un intento de la guerrilla zapatista de tener el control político sobre «territorios liberados».
Las fuerzas de seguridad se han escudado en órdenes legales de aprehensión para llevar a cabo los desalojos. En el caso de Taniperlas, ocurrido el pasado abril, la intervención de la policía siguió a varias denuncias de agresión de vecinos antizapatistas. En Amparo Aguatinta, el desencadenante fue la detención ilegal de un refugiado guatemalteco por parte de las autoridades rebeldes. A este siguió el del municipio de Nicolás Ruiz, donde los mandos zapatistas habían expulsado a una treintena de familias priístas.
La escalada de violencia en la región de Los Altos, ya castigada por continuos enfrentamientos entre simpatizantes priístas y zapatistas, ocurre tres días después de la disolución de la Comisión Nacional de Intermediación (Conai), que presidía el obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz.
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