Farnós dice que la Ley de Farmacia es "progresista y liberalizadora"
La Ley de Ordenación Farmacéutica, que el consejero Joaquín Farnós califica de "liberalizadora y progresista", persigue un uso racional del medicamento y acercar el servicio al ciudadano con la apertura de 100 nuevas oficinas. Farnós destacó ayer la libertad de horarios y recordó que la ley es de su consejería "y no del Colegio de Farmacéuticos", que se opone a la liberalización.
"Progresista", porque la apertura de 100 nuevas oficinas de farmacia redundará en un mejor servicio a los ciudadanos, y "liberalizadora" en el sentido de que los horarios serán "libres", aunque "reglamentados" en cuanto a los turnos de guardias y vacaciones. Así definió ayer Farnós la Ley de Ordenación Farmacéutica del Gobierno Valenciano, cuya aprobación permitirá la apertura de nuevas boticas al rebajar el módulo de 4.000 habitantes a 2.800. "En el fondo, el espíritu de la ley no se ha modificado desde que salió de la Consejería de Sanidad", señaló ayer Farnós en las Cortes, pese al "largo" trámite parlamentario que se ha seguido hasta su votación. El consejero recordó que excepto unos servicios mínimos, que regulará la Administración, "los horarios serán libres y se podrá estar funcionando las 24 horas". Preguntado por la postura del Colegio de Farmacéuticos de Valencia, contrario a la liberalización "al estilo anglosajón", Farnós matizó que la ley "no es del presidente del Colegio de Farmacéuticos, sino de la Conselleria de Sanidad". Farnós añadió que el presidente del colegio, Salvador Ibáñez, "no es el único interlocutor" del sector, y que escuchados todos los implicados, incluida la patronal farmacéutica, la ley ha resultado "muy dialogada". Alejandro Font de Mora, del Grupo Popular, aplaudió ayer la creación de zonas farmacéuticas turísticas para atender a la población estacional y la creación de nuevos puestos de dispensación de fármacos, que "darán más trabajo", dijo. Por su parte, Alfred Botella, de EU-Els Verds, explicó que su grupo votará en contra de la ley "porque no regula adecuadamente el servicio farmacéutico y perpetúa los privilegios" de los boticarios. Botella entiende que la ley "no facilita que se abran nuevas oficinas de farmacia", ni que éstas salgan a concurso público. La ley matiza al respecto que el acceso de los licenciados se regulará mediante un baremo de méritos.
