Los pescadores franceses amenazan con recurrir la prohibición de las "volantas"

Las organizaciones de pescadores franceses amenazaron ayer con recurrir ante el Tribunal europeo de Justicia la prohibición del uso de redes de malla a la deriva o volandas, adoptada el lunes pasado por los ministros de Pesca de la Unión Europea. El Comité Nacional de Pesca y Cría Marítima (CNPMEM, son sus siglas en francés), que reagrupa a los profesionales del sector, justificó la amenaza porque la prohibición "no tiene ningún fundamento científico, técnico ni ecológico".A juicio del CNPMEM, el acuerdo de la UE, que establece la desaparición de estas redes el 31 de diciembre del 2001, es una decisión "puramente emocional y política". El CNPMEM calificó la medida de "arbitraria, discriminatoria y desproporcionada". Los pescadores creen que es la respuesta a campañas ecologistas de Greenpeace.

El acuerdo para la supresión de estas redes ha sido impulsado por los pescadores de atún españoles en el Cantábrico, denunciando que esquilman los bancos de pesca, y se produjo pese a la oposición de franceses e irlandeses, y a la abstención italiana.

Ayudas a la reconversión

Por su parte, la comisaria europea de Pesca, Emma Bonino, aseguró que los pescadores franceses respetarán la decisión. "Las compensaciones económicas son una atracción fundamental" para lograr que los afectados la respeten., afirmó. Bonino recordó que los Estados miembros tienen que presentar antes de finales de año planes nacionales para la obtención de incentivos al desguace de barcos y a la reconversión.Por otro lado, ayer se inició en el Tribunal Internacional de La Haya el juicio sobre los sucesos en la conocida como guerra del fletán, que se desató tras el ametrallamiento y posterior apresamiento del pesquero español Estai por la Armada de Canadá cuando faenaba en aguas internacionales. Tres años después de los hechos, expertos y abogados defendieron la necesidad de "una compensación moral", una declaración que reconozca que el apresamiento del congelador gallego en altamar violó el derecho internacional, informa Sonia Robla.

Para empezar los jueces tendrán que decidir si, como España mantiene, son competentes.Canadá argumenta que la Corte no puede juzgar lo ocurrido.

"El uso de la fuerza y el apresamiento de un buque en altamar no es un asunto pesquero sino una cuestión de violación de soberanía nacional", argumentó José Antonio Pastor Ridruejo, director del servicio legal del Ministerio de Asuntos Exteriores.