Regeneración artificial

En la mayoría de las calas repartidas por el litoral español, la dinámica costera mantiene en equilibrio los depósitos de arena en las playas. El problema aparece cuando no existe estabilidad en zonas abiertas a la erosión y la densidad de las edificaciones "en primera línea de playa" interrumpe el transporte natural de áridos.

En estos casos, la regeneración artificial se plantea como una opción paliativa para evitar que cada año el mar se "trague" entre un metro y metro y medio de costa. Para el tramo Chipiona-Rota, los autores del estudio sobre su dinámica costera proponen aportar cada año entre 20.000 y 40.000 metros cúbicos de arena desde la desembocadura del Guadalquivir o la bahía de Cádiz, una cantidad que multiplicada 50 veces llenaría el estadio Santiago Bernabéu hasta la bandera. A los precios actuales (500 pesetas el metro cúbico), el coste de ese transporte alcanzaría los 15 millones de pesetas anuales.

En la Dirección General de Costas se desarrolla un proyecto en esa dirección y su impacto ambiental. Un procedimiento que no siempre se ha cumplido en casos precedentes, lo que ha provocado la destrucción de praderas de posidonias (algas) durante la extracción de arena de los fondos marinos.

15 millones

Pero no está claro quién vaya a hacerse cargo de ese coste. El propio director general de Costas, Fernando Marín Castán, no se compromete a hacerlo, aunque el alcalde del Partido Popular de Chipiona, Justo Masot Monserrat, esté convencido de lo contrario.Masot cree que las competencias de los ayuntamientos no van más allá del mantenimiento de las playas. "Según mis contactos con la Dirección General de Costas", dice, "si no lo pagan ellos se hará con cargo a fondos europeos". Masot tiene prisa para que la regeneración se haga pronto. La mitad de Costa Ballena pertenece a su municipio y todavía tiene pendiente de licitación un tercio de la urbanización.