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Un futuro laboral incierto aguarda a las tres últimas promociones de ATS

Las 600 estudiantes andaluzas de ATS, que dentro de unos días acaban su carrera, puede que no lleguen a trabajar nunca; al menos no antes de que lo hagan sus compañeras de las promociones de 1996 y 1997, que aún siguen en paro, prácticamente, en un 100%. Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería, anuncia que "si no se toman medidas, antes del 2005 la mitad de las escuelas tendrán que cerrar".

En Andalucía, y en Sevilla en particular, el problema es aún más grave. "Aquí vienen a buscar trabajo titulados de toda España, mientras que las enfermeras andaluzas, para ir al País Vasco tienen que saber euskera, si van a Cataluña, catalán, y si van a Valencia, valenciano... Aquí no; nosotros no pedimos nada", se queja Jesús Zapata, ATS en paro, y miembro de la Comisión Nacional de Enfermeros en Paro, constituida el pasado 21 de mayo, en la que están representados 54 Colegios Profesionales. Claro que si en Andalucía las dos últimas promociones de ATS aún no trabajan, en Salamanca, por ejemplo, le ocurre esto mismo a las siete últimas. De los 170.000 profesionales de enfermería que hay en España, -27.959 son andaluces-, 44.000 no tienen trabajo, ni esperanza de conseguirlo. ¿Las razones? Según José María Rueda, presidente del Colegio de Enfermería de Sevilla, "hay una total descoordinación -se ignoran- entre las autoridades académicas y las sanitarias. En Medicina, ya hace años que decidieron resolverlo aplicando los números clausus. Aquí nadie se atreve a meter mano al tema". Y abundando en la idea, el delegado provincial de Sanidad, José María Cuberta, afirma que "es frustrante que generaciones de jóvenes tan bien preparadas no vayan a tener nunca la posibilidad de ejercer su profesión". Escuelas privadas Pero aún hay más. Porque mientras en las escuelas oficiales se exige, al menos, una nota mínima en la selectividad para acceder a los estudios de enfermería, en las escuelas privadas -"que últimamente proliferan sin ningún tipo de control ni de exigencia para, por lo menos, que el alumnado haga prácticas con los mínimos exigidos por la ley", explica Zapata-, el número de admitidos es ilimitado. "Nadie les avisa que cuando terminen nunca van a poder trabajar en esa profesión", matiza Zapata. La falta de información es, para los Colegios de Enfermería, la razón por la que hay tanta gente dispuesta a ser ATS. En España hay 102 escuelas con más de 100.000 alumnos; de éstos, 10.000 serán nuevos diplomados dentro de unas semanas. "Pues bien, todavía se piensa que ser enfermera significa tener trabajo al día siguiente", recalca Rueda.

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