La pregunta que no hacen las encuestas

La portavoz socialista, María Teresa Fernández de la Vega, explicó ayer que si no hay encuestas recientes sobre la interrupción voluntaria del embarazo es «porque el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ya no se molesta en preguntar a los ciudadanos sobre el aborto».

La última vez que este organismo, dependiente del Gobierno, preguntó a los españoles sobre este extremo fue en diciembre del año pasado. Y no se trató de una pregunta específica sobre la conveniencia o no de modificar la actual legislación. La cuestión se incluyó en una batería de preguntas diseñadas para medir la tolerancia de los ciudadanos con respecto a determinados temas.

Hay que remontarse a octubre de 1994, cuando aún gobernaban los socialistas, para encontrar en un barómetro del CIS una pregunta concreta sobre la regulación del aborto. En aquella ocasión, un 48,1% de los encuestados afirmó que la legislación vigente «no es lo suficientemente clara». Y un 53,4% creía que ésta debía ser ampliada.

El barómetro incluía un grupo de preguntas sobre la propuesta socialista para modificar la ley, la misma que ayer fue vetada en la Junta de Portavoces: legalizar un cuarto supuesto en el que sea la mujer, dentro de las primeras 12 semanas de gestación, la que decida abortar por un grave conflicto personal, familiar o social.

El 45,4% de los encuestados afirmó que esto era «muy» o «bastante conveniente». Frente a éstos, el 33,1% respondieron que era «poco» o «nada» conveniente. De estos últimos, el 29,1% admitirían el cuarto supuesto si se obligara a la mujer a pasar por un centro de asesoramiento.