Recuerdos de uno del 7
Hace ahora 16 años, en 1982, saqué mi primer abono en la plaza de toros de Madrid. Era un abono de estudiante de la fila primera, número 41, de la andanada del 7. El año anterior le habían concedido a Manolo Chopera la plaza. Recuerdo que el empresario vasco hizo unos planos del coso en los que estaban señaladas todas las localidades y marcadas con una equis las entradas abonadas, que no sobrepasaban las 4.000.Era un momento distinto de la fiesta. En Madrid, en el tendido bajo del 7 existía un núcleo de grandes aficionados que defendían la integridad de la fiesta, después de que los taurinos se cargaran la andanada del 8, que había sido durante muchos años el sector intransigente y entendido de Madrid. En 1982 fue cuando Victorino lidió aquella corrida excepcional, que todos los aficionados que la vimos no olvidaremos nunca, en la que tres toreros -Ruiz Miguel, Esplá y Palomar- salieron a hombros, junto al ganadero. En aquella época los toros entraban, al menos, tres veces al caballo, y recuerdo, por ejemplo, al presidente Juan Font Jarabo, uno de los mejores que ha tenido Madrid, cómo hacía cumplir el reglamento.
En estos 16 años de aficionado a la fiesta de los toros me han ocurrido demasiadas cosas, tanto buenas como malas, pero aquellos años los recuerdo con verdadero cariño. En el tendido había un grupo de aficionados extraordinario, el más conocido era Felipe de Santiago, El Lupas, que murió hace unos años. Otro buen aficionado, Santos, campeón de España de tenis, fue el inventor de sacar el pañuelo verde en el tendido, y también traía un serrucho que lo mostraba a la menor sospecha de manipulación. Santos, que sin duda ha sido uno de los mejores aficionados que han pisado el tendido, desgraciadamente murió hace pocos años.
Pero muchos otros aficionados han dejado de venir por muchas causas: la situación actual del toro de lidia, el aburrimiento de muchas tardes, la falta de emoción en el ruedo y las amenazas que sufrimos algunos aficionados, entre otras causas. Paco Torres, al que conocíamos por El Profesor Bacterio, gran conocedor de los encastes, se marchó a vivir fuera de Madrid.
Luis y Chatono trabajan en el teatro; Ramiro se marchó a Santander y aparece de vez en cuando; Víctor El Meteorólogo, ahora en una delantera de la andanada del 7; Manolo Melodio, Zapata, Manolo El del banco, Bruno, Paco Pequeño El zapatero, Jesús y Paloma, Camilo El ensabanao, Arsenio y Leo, nunca muy protestones, pero buenos aficionados; Emilio y Miguel Ángel, de la andanada del 7, y tantos otros defendieron la fiesta con verdadera pasión. Todos ellos, buena falta nos harían en el tendido en el momento actual; sin embargo, estoy convencido de que si volvieran, vieran y compararan, cogerían la calle de Alcalá arriba y no pararían de correr hasta llegar, por lo menos, a la Puerta del Sol.
Salvador Valverde es abonado del tendido 7.
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