Uceda Leal: «Hay que estar siempre preparado para todo»

Hace dos días, sólo se sabía que toreaba Esplá. La mañana del lunes surgió el primer acompañante: Uceda Leal. Dos toreros sin toros. El encierro de Cuadri, en cartel, ya cumplía una semana fuera de pronósticos. ¿Alonso Moreno o José Ortega? Era la duda sobre el ganado. Tocó el segundo, hierro considerado dócil (encaste Domecq) y anómalo en una semana torista, y, de su mano, el último nombre: el torero Fernando Cepeda. «Hay que estar siempre preparado para todo», remata decidido Uceda Leal.

Por fin. Tras su actuación en la primera corrida de la feria, Uceda Leal, de 21 años, lleva tres semanas deglutiendo uñas. «Cuando sabes que se cuenta contigo para sustituir a alguien y ves que pasan los días en blanco, te desesperas un poco. Vives con inquietud», dice. La ocasión surgió por partida doble en la misma jornada. El domingo, Óscar Higares y José Luis Moreno eran lesionados en Madrid y Córdoba respectivamente. El cartel de hoy quedaba tiritando. «Nunca te alegras de la cogida de un compañero. Pero...», dice Leal a la vez que se arma un tremendo lío intentado promediar entre alegrías propias y desgracias ajenas.El alegrón llegó por duplicado en cuanto, tras la confirmación de su asistencia, siguió la del hierro a lidiar. «El año pasado, el 25 de junio, toreé un sobrero de José Ortega en Chichón y fue bien», comenta. De esta forma, el diestro se dispone a afrontar su corrida número 17 en Las Ventas. «En Madrid», dice quitando gravedaz a los azares de su puesta en cartel, «da lo mismo con lo que te enfrentes y al lado de quién lo hagas. Tienes dos toros que torear y has que venir mentalizado para matarlos. Eso es todo».

De opinión ligeramente distinta es Fernando Cepeda: «A los de Alonso Moreno hubiera dicho que no. Con los de Pepe Ortega, la cosa cambia. Ya me enfrenté a ellos el último 22 de junio». Este diestro sevillano, de 34 años y 11 de alternativa, recibió la buena nueva de su reincorporación a San Isidro con apenas un margen de 24 horas. «Desde el día 13 de mayo (su primera, y sobre el papel última, corrida en la feria de este año) he estado entrenando. Ya estaba avisado de que podría ser. Por lo demás, no es nuevo. En la última Feria de Otoño tuve que sustituir a Rafael de Paula. Una difícil papeleta», comenta.

Segunda oportunidad

Sobre el hecho de lidiar una ganadería con la agradecida vitola de noble en un fin de feria para gustos toristas, el sevillano se muestra confiado: «Eso da igual. Lo que quiere ver la gente es torear. Lo único que hace falta es que los toros embistan». Atrás queda la corrida anterior, en la que, según el matador, sólo faltó la espada: «He ido todo el año de maravilla con el estoque y, cuando más falta me hacía, nada. Espero que ahora, con esta segunda oportunidad, todo sea diferente».«Mi temporada», continúa, «siempre depende de lo que suceda en Madrid. En parte, ya han cambiado las cosas. Ahora falta ratificarlo con un logro importante». Leal usa similar entusiasmo para hablar de lo que significa esta tarde: «Todo empieza a funcionar. Creo que he tenido mejores tardes en Las Ventas, pero ninguna con la repercusión de la del otro día. Ahora, es el turno para un claro triunfo».

Por lo demás, de lo visto en el ciclo ferial, cada uno se atreve con un balance. «Dentro de la tónica general a la baja del juego ofrecido por el ganado, se han visto toros salteados muy buenos», dice Leal. Cepeda le secunda y tras citar lo evidente -los triunfos de Eugenio de Mora y José Tomás- se queda con la novillada de El Torreón y el quinto toro de Samuel Flores. El madrileño, tras insistir de nuevo en las corridas coronadas con orejas, cita un detalle de un torero y además amigo: «El capote de Fernando Cepeda en la corrida de Peñajara».