Parón - Picante

Parón. Acortamiento intencionado de las distancias entre el diestro y su antagonista con el fin de cuajar al toro (en el sentido de atosigarlo y asfixiarlo hasta dejarlo como un marmolillo).Parte médico. Justificante por el que los toreros alegan dolencias varias (gripe, problemas musculares o traumatismos) para encubrir la pitonitis).

Pase cambiado. Adulteración del toreo puro. Descargando la suerte, vaciando hacia fuera y sin dar el pecho se logra cambiar los pases, se hace el destoreo y se alteran los cánones.

Pase del desprecio. Suerte del toreo extendida a todos los estamentos de la fiestas, cuyos protagonistas se aprovechan hasta mofarse de este espectáculo.

Pase de las flores. Pase de favor gracias al cual acceden gratuitamente a su localidad todas aquellas personas afines al mundillo taurino, con la condición de llevar un clavel en la solapa.

Paseíllo. Ritual con el que empiezan los festejos, consistente en el despeje de plaza por parte de alguacilillos, matadores, cuadrillas, mulilleros, areneros y monosabios. Su duración ronda los cinco minutos, aunque hay toreros que lo hacen interminable y siguen paseando por el ruedo todo lo que dura el festejo.

Paso de banderillas. Frase que pronuncia el matador-banderillero cuando encuentra difícil al enemigo y renuncia a ponerle banderillas.

Pegapases. 1. Aquél que realiza el toreo eterno (no el de siempre, sino el que no se acaba nunca). 2. Torero cuya faena soñada da sueño al aficionado.

Pellizco. Hormigueo que le entra a los taurinos al percibir un muletazo de los catalogados como tapita de jamón. También podemos hablar de pellizco para referirnos a los pingües beneficios que percibe por tan cortos méritos.

Perder las manos. Defecto característico del toro inválido, o sea, muy habitual en los festejos, que se manifiesta en un doblar reiterado de los cuartos delanteros. Mientras el toro dobla las manos, el aficionado tiene la impresión de que a él se las están levantando como si fuera un atraco.

Periodista. Único miembro de la cuadrilla que no hace el paseíllo. A juzgar por los elogios con los que rellena sus crónicas, resulta ser el que más aprovecha los toros, pues saca faena de donde no ha habido nada reseñable.

Petición mayoritaria. Desafío a las leyes de la estadística por el cual un presidente interpreta que menos de la mitad del público representa la mayoría cuando de regalar orejas se trata.

Peto. Protección enguatada bajo la cual, aseguran los expertos, se oculta un caballo de picar.

Picador. Personaje de relevancia en la fiesta, pues es el encargado de picar o cortar los billetes que dan acceso a las localidades. Con ese nombre se conocía al antepasado del actual matador, que también lleva castoreño pero cuya labor poco tiene que ver con picar.

Picante. Sabor que tienen las faenas con emoción, que no suelen ser del gusto de los fans, cuyo paladar está hecho sólo para golosinas, tocinos de cielo...