Los "guardiolas" vienen desiguales
Los toros de los herederos de Salvador Guardiola Fantoni que se vieron en el Batán y que están anunciados esta tarde son de presencia desigual. Puede decirse que hay tres que son aceptables, uno que roza lo admisible y dos que son francamente anovillados.
La corrida, en general, está enjuta, sin morrillo y con algún toro con cara de lápiz. La desigualdad se manifiesta también en el desarrollo de las astas, que, pese a todo, están bien formadas. El número 104 es pobre de cara. Un número 65, corniapretado, y un número 29 -un toro largo- destacan por su mayor trapío. El 27 es el de morrillo más escaso y el 22 parece más utrero que toro. Pero el reconocimiento definitivo de hoy puede variar esta relación. Los toros de este hierro son auténticos villamartas y no son muy del agrado de las figuras. No es cómodo estar delante.
En la Venta han podido verse también las reses de Dolores Aguirre, que matarán el jueves Miguel Rodríguez, Manolo Sánchez y Luis Miguel Encabo. Son cinco toros negros y un berrendo en negro, capirote, alunarado y botinero. Esta corrida esta más igualada, sobre todo en lo tocante a las astas. Pero se están empezando a escobillar, circunstancia que resultaba sospechosa para algunos visitantes del Batán. El 44 tiene escobillado el pitón izquierdo y está a punto de que le suceda lo mismo al derecho. Al número 28 se le ha escobillado totalmente el pitón derecho y se le empieza a poner igual el izquierdo. Y hay dos toros más que ya tienen astillitas. Por lo demás, hay un número 22 que tal vez esté un tanto gordo, como el 45. Y el mejor presentado es el número 19. Un toro negro meano, alto de agujas, descarado, cornivuelto. Pero se le está empezando a escobillar el pitón izquierdo.
Los toros de Dolores Aguirre proceden de sementales del Conde de la Corte.
Babelia
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