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Clinton asegura a Rugova que no habrá una segunda Bosnia en Kosovo

Los representantes de los albaneses de Kosovo dijeron ayer en Washington que el presidente Bill Clinton les ha prometido que no se repetirá en la provincia serbia de mayoría albanesa el baño de sangre ocurrido en Bosnia. El presidente estadounidense recibió al líder albanés de Kosovo, el pacifista Ibrahim Rugova, quien pidió a Clinton medidas urgentes para rebajar la tensión en la zona y la presencia militar de EE UU en la región.En Nueva York, mientras tanto, Felipe González se reunía con Kofi Annan, para llevar al secretario general de la ONU información de primera mano sobre los últimos acontecimientos que afectan a su misión. El ex jefe de Gobierno español es el mediador designado por la Unión Europea, la OSCE y la OTAN para la crisis de Kosovo, pero el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, no acepta su intervención en lo que considera un asunto serbio.

Es la primera vez que Clinton se reúne con Rugova, quien a la salida de la Casa Blanca señaló: «Hemos reiterado que la mejor solución para Kosovo es que se convierta en un país independiente y neutral». A la entrevista, con la que Washington proporciona un significativo espaldarazo al jefe moderado de los independentistas albaneses, asistieron también el vicepresidente, Al Gore, el consejero de Seguridad Nacional, Sandy Berger, y el enviado especial estadounidense para los Balcanes, Robert Gelbard.

El periodista Veton Surroi, uno de los miembros de la delegación kosovar en Washington, presente en la entrevista, declaró que la delegación albanesa se sentía «muy animada por el serio compromiso de Estados Unidos». Suroi, director del más importante periódico en lengua albanesa de Pristina, añadió que los albaneses de Kosovo quieren un mayor clima de seguridad en la provincia antes de reanudar sus conversaciones con el Gobierno de Belgrado.

Washington, que favorece la autonomía de Kosovo dentro de Serbia pero se opone a la independencia que exige la abrumadora mayoría albanesa, ha forzado en días pasados una cita entre Milosevic y Rugova. Delegaciones de Belgrado y de los independentistas han mantenido desde entonces una reunión sobre el futuro de la provincia, donde se sigue produciendo un goteo cotidiano de muertes y más de 250 personas han perdido la vida desde que Milosevic desatara en febrero una violenta represión para intentar acabar con el Ejército de Liberación de Kosovo.

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