Sugimoto invita con sus fotos a la reflexión

El fotógrafo japonés Hiroshi Sugimoto (Tokio, 1948) ha reunido por primera vez 116 fotografías representativas de las siete series en las que lleva trabajando los últimos 30 años. La exposición de las obras se inaugura hoy en las salas de la Fundación La Caixa, de Madrid (Serrano, 60), donde permanecerá hasta el 26 de julio. Las fotos, en blanco y negro, cuestionan el tiempo e invitan a la reflexión. Sugimoto comparó ayer su forma de ver a una sinfonía de Mozart, «un gran número de elementos diversos que se funden en la hermosa unidad del conjunto».

Las series de los mares, de día y de noche, inician el recorrido de la exposición, organizada por la Fundación La Caixa en colaboración con el Centro Cultural de Belém (Lisboa). En la planta baja se han situado también las imágenes dedicadas al templo budista de Sanjusangesn-do o sala de los 33 vanos, dedicado a la diosa Kannon, con piezas de madera de ciprés tallada, lacadas y recubiertas de pan de oro .«La elaboración es muy lenta. Es un trabajo muy diferente al que hacen mis compañeros», declaró Sugimoto durante la presentación de su muestra, según Efe. Natural de Tokio, reside en Nueva York y empezó su trabajo como artista en 1976. Ayer recordó su primer contacto con el mundo occidental en un viaje a la Europa del Este. «Fue muy deprimente, viví en un pesismismo total, pero pude entrar en contacto con el arte, lo que me convirtió en optimista. Hoy me defino como un pesimista optimista. Cuando era adolescente creía en la fantasía del marxismo. Ahora no creo en nada, ni en el marxismo ni en el budismo, y probablemente tampoco en el arte».

En las otras series, Sugimoto trata las salas de cine, con interiores de cines de la época de la depresión americana, con una imagen blanca al dejar la cámara abierta durante la proyección de una película, y en otra versión con cines al aire libre. El tema de las réplicas se estudia en la serie Dioramas, de los museos de historia y ciencias naturales y en museos de cera, con escenas de condenados a muerte. Según la comisaria, Helena Tatay, el autor realiza «imágenes construidas».