Joselito: «La corrida no ha respondido a las expectativas»
En total, con la de hoy, juntan 32 actuaciones. Joselito-Ponce-Rivera, la terna del momento, lo llena todo. Desde Palencia a Valencia pasando por Plasencia. Así, en rítmico pareado. Ayer tocó Madrid. Y, en efecto, hasta la bandera. Asistieron al festejo la infanta Elena y su marido, Jaime de Marichalar; la madre del Rey; el presidente José María Aznar, el premio Nobel Camilo José Cela... Los espectadores del 7, al grito de «¡Vámonos!», decidieron abandonar la plaza antes del protestadísimo último toro.«Quizá la corrida no ha respondido a las expectativas suscitadas. Yo personalmente traía muchas ganas. Pero la verdad, los toros no han dado mucho juego». La frase corresponde a Joselito, que acto seguido se muestra comprensivo con el público: «Cuando los toros no embisten no hay nada que hacer. No hay más remedio que dar la razón a la gente».
Ponce se expresa en el mismo sentido. «Mi anterior corrida de San Isidro (el lunes 18) se la cargaron en el caballo. A ésta no ha hecho falta. Se la han cargado los toros sin ayuda de nadie». El de Chiva no hace ningún esfuerzo en ocultar su decepción: «Sobre el papel son unos toros que se mueven. De hecho, cuando rechazaron la de Aldeanueva, las posibiidades eran Moura o Murteira. Nos hemos decidido por la última porque pensábamos que eran más del gusto de la plaza. El resultado, sin embargo, han sido unos toros mansos, faltos de fijeza y, sobre todo, parados».
Ganadería "dura"
Joselito retoma el hilo: «Se suponía que eran animales que daban espectáculo en el caballo». Ponce insiste: «La razón de elegir este hierro era para no suscitar malos pensamientos. Si nos quedamos con la otra, se nos echan encima. Así, las ganaderías consideradas comerciales pueden dar más juego que las duras. Si las figuras no las quieren torear, será por algo. No somos tontos».De la tónica grisácea general, el madrieño se queda con sus tandas de naturales al primero de la tarde. «Tardaba mucho entre muletazo y muletazo, y de este modo es difícil llegar a los tendidos. Sin embargo, yo me he encontrado a gusto con la izquierda. Por lo demás, pues nada». El valenciano es más expeditivo: «Nada. El segundo iba por oleadas y no respondía a nada que hicieras. Al final de la faena parecía un zombie. De hecho, lo he tenido que matar como pasando por ahí. Era imposible. Literalmente, no se movía». Ponce, que con ésta se despide de San Isidro, resume su participación en la feria con dos palabras arrojadas con fuerza: «Mala suerte». «Los de Puerto de San Lorenzo del día anterior dieron un poco de juego, pero en el caballo acabaron con ellos. Los de hoy (por ayer)... para qué insistir», dice.
El madrileño, por su parte, espera a la aplazada al día 8 para hacer balance. Allí, con Rincón lesionado, el dúo José (Miguel) y José (Tomás) y, como ayer, lleno, en pareado, asegurado.
Babelia
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