Arias-Salgado solivianta a las administraciones catalanas al insistir en su proyecto de aeropuerto

El ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, parece sentir gusto por la bronca. Cada vez que visita Barcelona provoca una encendida polémica sobre la ampliación del aeropuerto. Ayer volvió a hacerlo. Una semana después de que la comisión del seguimiento del plan del Delta hubiera recibido el informe sobre la tercera pista y cuando las administraciones se habían dado 15 días para tratar de desbloquear el desacuerdo, el ministro se lanzó a defender la solución más drástica: construcción a 1.350 metros de la actual, sobre el Remolar, y añadió que no afecta al medio ambiente.

"Irresponsabilidad" fue el término usado por el consejero de Política Territorial, Pere Macias, para referirse a las declaraciones del ministro. El mismo usado por el alcalde de El Prat, Lluís Tejedor. Ambos, al igual que el alcalde de Barcelona, Joan Clos, lamentaban la intervención de Arias-Salgado y la interpretaban como una forma de echar más leña al fuego de la discordia y retrasar más la ampliación del aeropuerto. El ministro, que asistía en el Colegio de Arquitectos de Barcelona a una jornada sobre la ley del suelo, aprovechó para razonar su postura. Aseguró que el informe de la comisión técnica dice que, desde una perspectiva medioambiental, todas las opciones planteadas tienen las misma repercusión y que la propuesta del ministerio (construir la tercera pista a 1.350 metros de la actual) es la mejor en lo referente a seguridad y capacidad. En su opinión, si se opta por las otras soluciones, el aeropuerto tendrá una capacidad muy limitada. La postura de Arias-Salgado "ignora los trabajos y análisis de la comisión", dijo Tejedor, quien añadió que la afirmación de que el impacto ambiental es el mismo sólo tiene valor si lo dice la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino. Tejedor calificó las declaraciones del ministro de "frívolas e inoportunas" y añadió: "Si hacemos caso al ministro llegaremos al bloqueo, y eso es algo que no nos podemos permitir. Si luego asegura que está a lo que digamos las administraciones catalanas, que nos deje ponernos de acuerdo. Seguro que no haremos un aeropuerto de pueblo". El informe Lo cierto es que el informe técnico no coincide con el ministro. En su parte medioambiental, que no es un estudio completo que sirva para una evaluación final, según varios miembros de la comisión, se afirma que las diferentes opciones propuestas tienen impactos muy diferentes sobre el territorio, según explicó en la última reunión el portavoz de la comisión del Delta, que pertenece al propio ministerio. El informe señala que la afectación sobre el área de la Ricarda es mínimo y en ningún caso supera el 2,5%. No ocurre lo mismo con la zona del Remolar. Aquí, la propuesta municipalista (tercera pista a 1.035 metros de la actual) supone una afectación que nunca supera el 5%; la idea defendida por la Generalitat (tercera pista a 1.190 metros) tiene impactos notablemente superiores, que van desde el 9% en lo referente a la vegetación hasta el 20% en el hábitat de la fauna; las consecuencias de la pista defendida por el ministro no bajan en ningún caso del 50% (vegetación) y en los hábitat supera el 70%. Fomento añadió más tarde una cuarta posibilidad, con una pista más corta cuyo impacto es inferior, aunque siempre mayor que el de cualquiera de las propuestas de las administraciones catalanas. Respecto a la capacidad y seguridad, el informe concede a todas valores equivalentes.