La industria discográfica se enfrenta a un cambio histórico tras la venta de PolyGram a Seagram
La compañía canadiense Seagram, dedicada a las bebidas pero con presencia en Hollywood desde su adquisición de Universal Studios en 1995, anunció el miércoles la compra del grupo holandés PolyGram por 10.600 millones de dólares (1,6 billones de pesetas). El presidente de Seagram, Edgar Bronfman Jr., dijo que uniría PolyGram a Universal para ser «un líder global de la industria del entretenimiento, incluyendo la mayor compañía de discos del mundo». PolyGram edita a Elton John, Luciano Pavarotti y U2, entre otras primeras estrellas de la música. Se cree que Seagram revenderá la división cinematográfica de PolyGram, responsable de éxitos como Cuatro bodas y un funeral. La compra supone una importante redistribución de la industria musical en torno a un número menor de empresas de tamaño cada vez mayor. Una buena noticia para los consejos de administración, pero quizá no tanto para los artistas y los consumidores. El negocio está en declive en todo el mundo y Bronfman ha apuntado que quiere potenciar la venta de discos a través de Internet. En la pasada década se prohibió la fusión precisamente de PolyGram con Warner Music, y el anuncio de que Seagram finalmente culmina la reñida puja por el gigante holandés también levanta sospechas en Europa y en la administración de EEUU. En la ola de fusiones e intercambios de propiedad transatlántica, hace tan sólo unas semanas el grupo alemán Bertelsmann adquirió el emblemático grupo editorial neoyorquino Random House.
Después de que Seagram anunciara que la división de cine de Polygram estaba de nuevo a la venta, la Comisión Europea no tardó en alzar la voz expresando su deseo de que se pudiera encontrar un comprador europeo para una de las últimas productoras de cine de la región, informa Sonia Robla . Dando muestra de lo sensible que es la pérdida de la industria cinematográfica, Marcelino Oreja, el comisario europeo de Política Audiovisual, hizo ayer una rápida declaración en la que manifestaba su esperanza de que Polygram «pudiera continuar contribuyendo a la vitalidad de la creatividad europea».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Análisis de ajedrez | Carlsen anula a Niemann
Carlsen recupera con claridad su corona en el Mundial de ajedrez rápido
Trump habla con Putin por teléfono antes de reunirse con Zelenski en Florida
El cambio radical de Sophie Alisch, de boxeadora invencible a ciclista profesional: “Voy a demostrar que no me he equivocado”
Lo más visto
- Los grandes derrotados del Gordo de Navidad de Villamanín, 15 jóvenes de entre 18 y 25 años: “Hoy hemos perdido amigos”
- Europa entra en estado de alerta ante la embestida estratégica de Trump
- ¿Qué pasa si uno solo de los ganadores del Gordo de Villamanín decide denunciar?
- El alpinista Simone Moro sobrevive a un infarto a 5.000 metros y anuncia la creación de un servicio de rescate aéreo en el Karakoram de Pakistán
- El PP normaliza los pactos con Vox




























































