Fracasa el intento de pactar la ampliación del aeropuerto de El Prat

Puro humo. Todo el trabajo de la comisión técnica para facilitar una decisión sobre la situación de la tercera pista del aeropuerto de El Prat se quedó ayer en nada ante la falta de acuerdo político. Las tres partes siguen defendiendo sus opciones, ante la evidencia de que el informe lo permite. El estudio define la viabilidad de las propuestas a partir de dos factores: la seguridad y la capacidad. Apenas se refiere a las consecuencias medioambientales.

La reunión de la comisión de seguimiento del plan del delta que se celebró ayer en Barcelona terminó sin acuerdo alguno sobre dónde debe situarse la pista. Más aún, ni siquiera hay coincidencia en si la decisión sobre ella es previa o no a la elaboración del plan director. Esta situación convierte en nada el acuerdo arrancado la semana pasada por CiU en el Parlamento. Los reunidos se dieron 15 días para alcanzar un pacto que permita sacar adelante la ampliación del aeropuerto. Joaquín Abril Martorell, secretario de Estado de Infraestructuras; Pere Macias, consejero de Política Territorial; Lluís Tejedor, alcalde de El Prat, y Xavier Casas, teniente de alcalde de Barcelona, comparecieron ayer tras la reunión de la comisión de seguimiento del plan del delta con cara de circunstancias. Varias horas de reunión no habían servido siquiera para lograr un mensaje común. Abril Martorell y Macias hicieron denodados esfuerzos para convencer a los presentes de que el objetivo de la reunión de ayer no era llegar a un acuerdo, como forma de no verbalizar lo obvio,que las posturas eran irreconciliables: no hay acuerdo sobre la distancia a la que debe situarse la tercera pista y tampoco lo hay sobre las consecuencias ambientales de una u otra opción. La comisión técnica estudió las tres propuestas: la municipal (ayuntamientos de Barcelona y El Prat), que sugiere que se sitúe a 1.035 metros de la actual paralela al mar; la de la Generalitat, que opta por los 1.190 metros entre ambas, y la del Ministerio de Fomento, que la sitúa a 1.350 metros de la hoy existente. Informe técnico Fomento confiaba en que el informe descartaría a sus rivales, pero no ha sido así. La comisión técnica ha dejado claro que cualquiera de las tres permite el aterrizaje y despegue de en torno a 85 aviones por hora, garantizando las medidas de seguridad, si bien las propuestas por los municipios y la Generalitat exigen un nuevo sistema de radares. Visto el informe, cada Administración arrimó el ascua a su sardina: los municipios aducen que su propuesta es la que comporta menor impacto ambiental, al no afectar a ninguna de las lagunas que se hallan en los límites del aeropuerto; el Ministerio de Fomento argumenta que su proyecto es el que más aprecian controladores y pilotos. La Generalitat presenta su sugerencia como una decisión intermedia, pero lo cierto es que se trata del proyecto que ofrece más inconvenientes, según dos de las personas que han tenido acceso al informe. PASA A LA PÁGINA 8