Las universidades cifran en 4.163 millones la deuda del Consell en gasto corriente de 1994 a 1997

La deuda de la Generalitat con las universidades valencianas en concepto de gasto corriente entre los años 1994 y 1997 asciende a 4.163 millones de pesetas, según el informe que han elaborado cuatro de las cinco instituciones académicas (la Miguel Hernández de Elche, dada su nueva creación, no está afectada por el asunto). El frente común de las universidades se ha conformado debido a que los rectores, a estas alturas de curso, todavía desconocen la subvención que recibirán del Consell y siguen sin poder cerrar sus respectivos presupuestos.

Al intento de la Consejería de Educación de aumentar los mecanismos de control sobre las universidades para tratar de "cuadrar a la baja" el gasto corriente presupuestado para este año, los equipos de economía de cuatro de las cinco instituciones académicas superiores (la Miguel Hernández, de Elche, se ha mantenido al margen) han respondido con un frente común para elevar el techo de la subvención media por estudiante que sitúa a la Comunidad Valenciana en el 13º lugar, muy por debajo del resto de universidades españolas. Como primer paso, los rectorados -que a estas alturas del curso aún no conocen la subvención que recibirán del Consell y siguen sin poder cerrar sus presupuestos para 1998- reclaman el pago de la deuda contraída entre 1994 y 1997 por concepto de los recursos adicionales para programas de investigación y de reposición de inmovilizados. El endeudamiento de la Generalitat, según la auditoría de la Sindicatura de Cuentas ese mismo periodo, asciende a 4.163 millones de pesetas. Los vicerrectores de Economía y los gerentes de las cuatro universidades públicas valencianas han elaborado un exhaustivo informe, Propuesta de correcciones para la aplicación del programa plurianual de financiación de las universidades para 1998, al que ha tenido acceso EL PAÍS, en el que se asegura que la primera medida para la aplicación rigurosa del cálculo de la subvención neta efectiva para 1998, pasa por el pago de la deuda contraída por el Consell en los últimos tres años. El borrador de trabajo que será enviado a la dirección general de Universidades y al consejero Francisco Camps, parte de una realidad aplastante: "Pese a las magnitudes de carácter académico y financiero, que representa el Sistema Universitario Público Valenciano (SUPV) en el conjunto de los 17 sistemas que componen el sistema universitario español, el SUPV manifiesta un claro alejamiento de los lugares de preferencia". El texto recuerda también que, según estudios realizados por la CRUE , el sistema público valenciano "llega a ocupar la última posición en algunos de sus indicadores" financieros. Los miembros de los equipos económicos de las cinco universidades públicas están de acuerdo en que el actual modelo de financiación denominado Programa Plurianual y Financiación Ordinaria, que fue aprobado por el Gobierno valenciano el 24 de mayo de 1994, "ha conseguido avances significativos en cuanto en el objetivo de dotar a las universidades valencianas de una mayor autonomía financiera, distribuir los recursos más equitativamente y mejorar la eficacia de sus servicios". Sin embargo, y a pesar del esfuerzo presupuestario realizado por los gobiernos valencianos de ese periodo, el documento recuerda que el SPUV mantiene "una situación notablemente insatisfactoria", en términos de esfuerzo financiero en la educación universitaria, que se sitúa en la actualidad en un 0.9% del PIB. Una cifra que, precisan, se aleja del 1.5% que destinan a la educación superior universitaria los países de la OCDE. La precariedad se manifiesta también, según se puntualiza en el escrito, "en la subvención pública por alumno de las universidades púbicas valencianas frente a otras universidades españolas de características similares". Según el cuadro Subvención Pública por Alumno en el Ejercicio de 1996, que se adjunta como anexo, la Comunidad Valenciana tiene una subvención media por estudiante financiable de 190.577 pesetas, ocupando el lugar décimotercero respecto a las 17 comunidades, y muy alejado de las las comunidades pioneras en tener competencia educativa plena como son Cataluña (con 277.449 pesetas por alumno), Galicia (237.926 pesetas) y País Vasco (225.781). El primer paso para paliar el déficit financiero consiste, pues, según los cálculos realizados por equipos económicos, en el pago de la deuda que el Consell ha contraído entre 1994 y 1997 en dos capítulos. Por una parte, en lo que se refiere al 5% de recursos adicionales para programas de investigación, que asciende a 1.498 millones. Y, por otra, calculando el 1% de los recursos para inversión reposición de inmovilizado (inmuebles y no inmuebles), cifra que suma 2.674 millones.