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El decano de Filología quiere mantener el cierre de la facultad, pese a las críticas

La Facultad de Filología, Geografía e Historia de Vitoria continuará cerrada hasta el lunes en protesta por las últimas amenazas a profesores, alumnos y personal administrativo. Ésta es al menos la intención del equipo decanal, responsable de la cierre anteayer. La decisión definitiva se tomará esta mañana por la Junta de Facultad, que congrega a 75 miembros entre profesores, alumnos, administrativos y el propio decanato. La correlación de fuerzas hace pensar que se mantendrá el deseo de los máximos responsables de Filología, aunque el consejero de Educación, Inaxio Oliveri, expresó ayer su deseo de que la facultad se abra cuanto antes para volver a la normalidad. El cierre se decidió el martes, como respuesta al último acto violento sufrido por un miembro de la comunidad universitaria en Álava. Ocurrió el lunes por la noche, cuando una administrativa de Filología recibió en su domicilio un artefacto que resultó ser falso. Ante este hecho, el Decanato reaccionó más allá de las habituales cartas de repulsa. "Es una manera de decir que ya estamos hartos. Unos pueden decir que es desproporcionado y otros no. A nosotros nos ha parecido una parada suficiente como para reflexionar. Es una medida llamativa", comentó ayer el decano, Joaquín Gorrotxategi. Las reacciones fueron dispares. Desde los organismos superiores de la Universidad del País Vasco se respaldó la postura. El rector, Pello Salaburu, lo observó como una respuesta a "la amenaza directa" y recordó la autonomía de la facultad para estas cuestiones. Oliveri también respetó la decisión, aunque pidió que se reabra la universidad, porque lo que pretende el entorno radical es "alterar la normalidad". Encierro de estudiantes La reacción de gran parte de los 2.500 estudiantes fue contraria. Tras decretarse el cierre, se concentró un numeroso grupo en protesta por el método seguido por el Decanato, a juicio de algunos, "ilegal". Varios de ellos decidieron encerrarse dentro el edificio, donde se permanecen. En algunos momentos han llegado a ser 150. También allí permaneció el equipo de Gorrotxategi. El Sindicato de Estudiantes cree "desproporcionada" la medida de los responsables de Filología, porque perjudica "en primer lugar a los estudiantes y además genera una terrible polarización que en nada beneficia a los alumnos". El vicerrector de Álava, Antonio Rivera, pidió que no se discuta sobre la forma en que se decidió el cierre, sino sobre "lo esencial, que es la escalada de amenazas". El campus de Álava, con la excepción de Filología, vivió ayer sin incidentes el primer día de la campaña de puertas abiertas.

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