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La Universidad vasca desoye la "jornada de lucha" convocada por el entorno radical. La UPV pide firmeza para que los radicales no la hagan "foco de conflicto"

Naiara Galarraga Gortázar

La inmensa mayoría de los 70.000 alumnos de la Universidad pública vasca acudieron ayer a clase con total normalidad, pese a los amenazantes panfletos repartidos la víspera por estudiantes de la izquierda abertzale. La jornada de lucha convocada por el entorno de Herri Batasuna se limitó a pequeñas manifestaciones en los cuatro campus a favor del acercamiento a Euskadi de los presos de ETA. El rector de la Universidad del País Vasco (UPV), Pello Salaburu, admitió que las continuas amenazas del entorno radical, junto al envío anteayer a un profesor y una administrativa de la Universidad de sendas bombas caseras neutralizadas por la Ertzaintza, han sembrado preocupación e incluso "miedo" en la comunidad universitaria. El ministro del Interior se refirió a la ofensiva del entorno radical contra la Universidad pública vasca en los pasillos del Senado. Jaime Mayor Oreja, informa Efe, atribuyó las coacciones de la minoría de ETA a los "universitarios pacíficos" porque es en el seno de este colectivo donde "se están produciendo los cambios más significativos y trascendentes de lo que es una nueva sociedad en el País Vasco". Mientras la Facultad de Filología, Geografía e Historia de Vitoria permanece cerrada desde anteayer en protesta por las amenazas del entorno de ETA, el Rectorado de la UPV conminó al alumnado, al profesorado y al resto de la plantilla a que "no se dejen coaccionar". Las marchas que a partir de mediodía recorrieron los campus de Leioa, Sarriko, Ibaeta y Vitoria reunieron a poco más de medio millar de estudiantes en total. Se produjo un único incidente cuando una patrulla de la Ertzaintza pidió identificarse a algún manifestante en Ibaeta.El Rectorado de la Universidad del País Vasco (UPV) emitió una nota por la tarde en la que acusa a "ciertos sectores", en referencia a la izquierda abertzale, de pretender convertir la Universidad "en un nuevo foco de conflicto". El Rectorado menciona explícitamente la normalización del euskera como una de las cuestiones que estos sectores radicales "manipulan" para tratar de imponerse vulnerando "las normas democráticas y la legítima representatividad universitaria". Aunque el plan de normalización lingüística ha logrado que más de la mitad de todas las asignaturas que se imparten en la UPV se puedan estudiar también en euskera, los alumnos del entorno de Herri Batasuna han tomado este asunto como su bandera de batalla los últimos meses. Los participantes en las marchas, convocadas por "el grupo universitario en defensa de los presos", acusaron al PP y a Salaburu de "carceleros" y reclamaron el acercamiento a Euskadi de los etarras encarcelados. Ante las continuas amenazas y coacciones, la Universidad pidió firmeza a todos los sectores de la comunidad universitaria. El Rectorado hizo un llamamiento al alumnado, al profesorado y al resto de la plantilla de la UPV para que "no se dejen coaccionar" por quienes emplean "métodos totalitaristas y violentos" para imponerse. No obstante, el rector, Pello Salaburu, había advertido por la mañana en Vitoria que él no puede pedir a nadie que "sea un héroe". Tras confirmar que en institución que encabeza "hay miedo, al igual que en el resto de la sociedad", Salaburu dijo que "la Universidad tiene escasos medios para defenderse de estos ataques". Dejó claro que la actitud de la comunidad universitaria ante esta ofensiva es similar a la del resto de la ciudadanía cuando los ataques se producen en otros ámbitos. "Es difícil pedirles a los miembros de la comunidad universidad que tengan más arrestos que lo que sucede en las calles". Ofensiva radical Salaburu realizó estas declaraciones por la la mañana en Vitoria, donde la Facultad de Filología y Geografía e Historia permanece cerrada en protesta por las amenazas del entorno de ETA. El máximo responsable de la UPV firmó en la capital alavesa un convenio con el Gobierno vasco, la Diputación de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria para rehabilitar el edificio Las Nieves, en Vitoria, y convertirlo en biblioteca. Los artefactos enviados anteayer a un profesor de Derecho en San Sebastián y a una administrativa de la Facultad de Filología y Geografía e Historia, cuyas identidades no han sido facilitadas, y el reparto de panfletos en el campus de Ibaeta amenazando a los alumnos que no secudaran ayer la jornada de lucha han sido el último capítulo de una ofensiva del entorno radical en la UPV. La central de enseñanza STEE-EILAS, el Sindicato de Estudiantes y las juventudes de juventudes de los partidos democráticos criticaron con dureza estos métodos amenazantes e intimidatorios. En los últimos meses, varios profesores han recibido amenazas verbales y escritas del entorno radical y el pasado día 23 una cincuentena de miembros y simpatizantes de Ikasle Abertzaleak -sindicato estudiantil vinculado a HB- obligaron a suspender momentaneamente el claustro de la UPV y zarandearon al rector por recriminarles su actitud. El historiador José María Portillo, profesor de la UPV, integrante del Foro de Ermua y cuyo coche fue quemado en el campus de Álava hace unos meses, aseguró que, como había dicho el rector la víspera, la Universidad vasca "no está más politizada que otras". "El problema", aseguró Portillo en declaraciones a Vasco Press, "es que [la UPV] está siendo excesivamente militarizada" por "falanges" que extienden "el discurso militarista etarra y proetarra".

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).

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