Los Verdes dicen que el paro favorece a los terratenientes

El partido Los Verdes de Andalucía ofreció ayer un punto de vista inédito en el debate sobre el olivar y se mostró contrario tanto a las propuestas defendidas por el comisario de Agricultura, Franz Fischler, como a las de la Mesa del Aceite y los partidos de izquierda. Los Verdes opinan que el paro de hoy representa los intereses de los terratenientes más que los de los pequeños agricultores y recuerdan que el 80% de las subvenciones de la Unión Europea se las reparten un 20% de los productores. Además estiman que apostar por el crecimiento ilimitado de olivar traerá "unos efectos sociales tremendos y negativos". "El PSOE, IU y los sindicatos", prosigue Los Verdes, "están jugando a favor de los intereses de los grandes terratenientes y especuladores que bajo el síndrome de Mario Conde están entrando y encareciendo el olivar a través de procesos especulativos y de blanqueo de dinero". El partido ecologista cree que la Unión Europea debe subvencionar las explotaciones agrícolas tradicionales, de secano, que recurren intensivamente a la mano de obra y capaces de asimilar sus propios residuos y respetar al medio ambiente y no a los cultivos intensivos, "despilfarradores de agua, energía y productos químicos contaminantes, cada vez menos necesitados de mano de obra y que ponen en grave riesgo la supervivencia de las poblaciones asentadas en el medio rural". La propuesta de Los Verdes cree que es necesario frenar la masiva plantación de olivos y la peligrosa tendencia al monocultivo que es, afirma, contraproducente por motivos económicos y ecológicos. Por el contrario, aprueba el desarrollo de una "olivacultura sustentable que sustituya progresivamente la intensificación que en los últimos años está teniendo lugar". Asimismo cree que las subvenciones no debieran beneficiar a los empresarios "productivistas" que están "esquilmando los suelos" sino a los pueblos "dependientes del olivar". Para Los Verdes la producción media de los últimos 40 años ha sido de 400.000 toneladas métricas, una cifra muy inferior incluso a la asignada por Fischler.