Moneo pide más rigor en el uso de nuevos materiales constructivos para evitar fallos como el del Kursaal
El arquitecto Rafael Moneo aseguró ayer que el empleo de nuevos materiales y su aplicación requiere "más rigor" para evitar situaciones como la que se produjo el pasado 19 de abril en el Kursaal, cuando la escalera colgante del auditorio se desplomó al fallar los anclajes. En este sentido, sugirió que el fallo se había producido en las soldaduras, aunque no quiso ser más explícito en su intervención ante los 650 representantes de 54 países que participan en el II Congreso Mundial sobre Construcción en Acero, que se inauguró ayer en la capital guipuzcoana.
El arquitecto navarro eludió entrar en la discusión sobre las causas que provocaron el accidente y que la Sociedad del Kursaal atribuye a un encadenamiento de fallos en la ejecución y supervisión de la obra, pero reconoció que "estos reveses son una ocasión para el aprendizaje y el examen de las circunstancias en las que se desarrolla nuestro trabajo". Su reflexión sobre el origen del siniestro se basó en lo que denominó la "accesibilidad de las técnicas" y en la exigencia de que se actúe siempre desde la premisa del máximo "rigor" en la ejecución de las obras. Moneo puso de relieve la paradoja de que "a medida que un material alcanza cotas de sofisticación más elevadas, requiere una mayor especialización". "Y sin embargo", continuó diciendo, " los avances tecnológicos hacen la manipulación más fácil y las gentes se acercan a él animadas por la sencillez de las técnicas, sin valorar la gravedad de tener en sus manos materiales de tan altas prestaciones. Así, nos encontramos con que tanto el diseño como la ejecución sufren de lo que llamo accesibilidad de las técnicas". La generalización de las más avanzadas técnicas de construcción no debe, según expuso el arquitecto, relegar a un segundo plano la importancia de aplicarlas de forma rigurosa. Por ejemplo, "la popularización de las soldaduras no debe hacernos olvidar el rigor que el empleo de las mismas exige", dijo aludiendo a la rotura de la estructura de acero que unía la escalera colgante con el muro que la soportaba. El accidente debe ser, en todo caso, "un acicate en nuestra exigencia de rigor, tanto en el diseño como la ejecución", ya que en ocasiones, durante los procesos de construcción "se pierde el respeto a los materiales y a las técnicas". Moneo indicó que la construcción artesanal tradicional está dejando paso a un tipo de construcción en el que "la calidad de la industria debe estar siempre presente, aunque desgraciadamente no siempre ocurre asi". En último término, el arquitecto confesó que las obras del Kursaal han permitido observar "la cara y la cruz del acero, las luces y las sombras de un material excepcional (el acero), que no merece el trato indiscriminado y ligero que a veces le damos". Salto cuántico El congreso mundial del acero reúne durante estos días en San Sebastián a 650 especialistas de 54 países que van a debatir las oportunidades del mercado mundial para el acero en la construcción. Entre los 200 especialistas que presentan estudios figuran, además de Moneo, el también arquitecto Frank O. Gehry, el profesor Patrick Dowling, de la Universidad de Surrey (Gran Bretaña), Daniel Jones, consultor del Gobierno británico, y Pedro Nueno, de la Universidad de Harvard. Los ponentes presentan diagnósticos y proyectos de toda índole, como la construcción del rascacielos chino Sheng Zheng, de 384 metros de altura, en 380 días con una estructura de 24.500 toneladas de acero. Otros proyectos y obras de gran envergadura que se sustentan en estructuras de acero también serán expuestos por arquitectos e ingenieros de medio centenar de países. Juan José Aroztegi, presidente del Instituto Técnico de la Estructura en Acero (ITEA), organizador del congreso junto al Instituto de la Construcción de Acero de Gran Bretaña, subrayó que "este congreso debe suponer un salto cuántico en la historia de la siderurgia". El avance vendrá dado, a su juicio, "del acuerdo que debemos promover para que se dé una mayor utilización del acero". El lehendakari, José Antonio Ardanza, quien presidió el acto inaugural, se refirió a la tradición siderúrgica del País Vasco, que produce más de seis millones de toneladas de acero al año, y mencionó el museo Guggenheim como "la manifestación que mejor refleja la apuesta que los vascos hemos realizado por un futuro unido al acero". Precisamente los congresistas se desplazarán hoy a Bilbao, donde visitarán el museo diseñado por Frank Gehry.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.