La líder del PC de Chile pide que el Gobierno entre en Colonia Dignidad
Denuncia la injusticia y la impunidad que vive Chile. Y acusa directamente al general Augusto Pinochet. Gladys Marín, secretaria general del Partido Comunista de Chile, se personó ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón para señalar al dictador chileno como cerebro de la llamada Operación Cóndor, la represión sistemática de los subversivos en las dictaduras del Cono Sur en los años setenta. Pero fue todavía más allá. Afirmó que si no se investiga lo que ocurre en antiguos lugares de tortura, como Colonia Dignidad, es porque esta operación «sigue en marcha en Chile».
«La sola sospecha de que haya un solo desaparecido con vida en Colonia Dignidad debería motivar al Gobierno chileno a investigar», afirmó rotunda Gladys Marín en conversación telefónica con este periódico. «Pero en Chile se vive en el militarismo. Y el militarismo es Pinochet». «La operación Cóndor sigue activa y todo el mundo en Chile lo sabe, aunque se encargan de que no se pueda investigar nada».La dirigente del Partido Comunista Chileno aseguró que Colonia Dignidad, donde la policía política de Pinochet practicó la tortura, «es una pieza clave de la Operación Cóndor, una vergüenza para Chile y una prueba muy dolorosa para Pinochet». Durante los años setenta, las dictaduras de Chile, Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay instauraron la represión militar sistemática con la Operación Cóndor.
«El terrorismo del hoy senador vitalicio (en referencia a Pinochet) no ha terminado». Porque, según ella, hay un acuerdo tácito del Gobierno de Eduardo Frei para no remover «los asuntos del pasado y no investigar los crímenes de la dictadura». En ese sentido, Marín señaló que el hecho de que no se pueda entrar en Colonia Dignidad para saber si allí se encuentran desaparecidos con vida, y aún sabiendo las autoridades que hay cementerios clandestinos, «es una prueba más del poder que todavía tienen el Ejército y Pinochet».
El juez Baltasar Garzón instruye el sumario por los españoles desaparecidos durante la dictadura argentina. No obstante, la dirigente comunista denunció a Pinochet por su responsabilidad en la desaparición de más de 200 chilenos, entre ellos su marido, que después aparecieron muertos en Argentina durante la dictadura de Jorge Videla.
En una lucha personal desde hace años contra la «terrible impunidad que existe en Chile», Marín reclama «el acoso internacional necesario para que Pinochet abandone el Senado». «La investigación de Garzón ha sentado un precedente para no caer en el olvido».
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