María Creuza revive a Vinicius de Moraes
La cantante brasileña actúa en España después de seis año
, Su vida está marcada por el disco que grabó junto a Vinicius de Moraes y Toquinho en La Fusa en 1970. Desde entonces ha sido fiel a aquellas canciones: «No me interesa para nada cortar el cordón umbilical con Vinicius». Tras seis años de ausencia, María Creuza cantó ayer en Madrid (Centro Cultural de la Villa), acompañada por un trío acústico del que forma parte el guitarrista Sebastião Tapajós. El 16 de mayo estará en Las Palmas (teatro Pérez Galdós) y el día 17 en Santa Cruz de Tenerife (teatro Guimerá).
Lleva casi treinta años contestando a la pregunta inevitable: Vinicius de Moraes. «No me importa. Es parte de mi vida y lo llevo con muchísima alegría y cariño. Con sus canciones me comunico con las personas. Y no hay barrera del idioma. Llega al oído de quien no sabe portugués».Aunque el poeta y diplomático que se pasó a la música popular falleció en 1980, no ha dejado de estar presente en su vida. «No me interesa cortar el cordón umbilical», afirma. «Yo era muy joven cuando le conocí, y aprendí mucho de él. Primero, a tener más paciencia. Su generosidad. Una sencillez extraordinaria para lo grande que era. Una enorme capacidad para escuchar y entender al ser humano. Y el sentido del humor», recuerda. «A veces, durante las giras, con las maletas de un lado para otro, Toquinho y yo estábamos agotados, y él se acercaba diciendo: «¿Qué pasa con estos dos jóvenes? No puede ser. Vamos, vamos, levántense».
«Un respeto»
María Creuza nació en Bahía, pero vive en Río de Janeiro, «¡qué ciudad privilegiada! Desde mi balcón veo el mar, una laguna y las montañas». Su último disco data de 1991. Y está sin compañía discográfica. «Las ofertas que recibo en Brasil son increíbles. Me llama un directivo para preguntar si puedo grabar determinadas cosas de bajísimo nivel. Exijo un respeto. Para eso, prefiero no grabar». Lo reconoce con cierta amargura: «Es muy duro ver cómo se olvidan de lo que hiciste porque para ellos tan sólo eres un producto». El año pasado se habló de la posibilidad de grabar en España un disco con temas de compositores como Pedro Guerra o Rosana. «El proyecto quedó ahí porque no llegamos a un acuerdo. Vamos a ver si retomamos la idea. Está en mi agenda».En Brasil, los medios de comunicación parecen haberse olvidado de ella. «Soy la prueba del artista que, sin salir en la televisión ni grabar discos, conserva su público», dice. «Cualquier cantante del mundo se sentiría orgulloso de interpretar las canciones que grabé con Vinicius de Moraes y Toquinho en La Fusa. Melodías de una cadencia maravillosa, con letras lindas». El predominio de la guitarra en su nuevo grupo obedece, según ella, «a una cuestión de sonoridad. Quería algo más mediterráneo, más árabe. Entre otras razones, para renovarse, porque nosotros también nos cansamos». Reconoce que hay una tendencia a volver hacia formas más acústicas: «Para el cantante es más difícil porque está más expuesto. ¡Y hay que afinar!».
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