Hillary Clinton desata una polémica al declararse a favor de un Estado palestino

Hillary Clinton desencadenó ayer la polémica en Washington cuando, yendo mucho más lejos que su esposo o cualquier otro alto funcionario, se declaró partidaria de la creación de un Estado palestino. La primera dama norteamericana, que habló así en una charla vía satélite con 75 jóvenes en Suiza, fue duramente criticada por la mayoría republicana del Congreso estadounidense, mientras que los portavoces de Bill Clinton se apresuraron a recordar que ésa no es la posición oficial de la presidencia.

Los republicanos del Congreso ya habían enviado una carta oficial a Clinton exigiéndole que no presione al Gobierno conservador israelí de Benjamín Netanyahu en la actual fase de bloqueo del proceso de paz en Oriente Próximo. Tras el fracaso de las conversaciones de Londres, la Casa Blanca insiste en que sólo albergará el próximo lunes una cumbre con israelíes y palestinos si Netanyahu acepta previamente una retirada del 13% de Cisjordania.Las declaraciones de Hillary Clinton cayeron como una bomba en ese agitado panorama. Hillary participó vía satélite en una discusión con 75 jóvenes árabes, israelíes y norteamericanos reunidos en un campamento de Villars, en los Alpes suizos. «Creo», dijo, «que el interés a largo plazo de Oriente Próximo es que Palestina sea un Estado». Y añadió que la consecución de ese Estado es «muy importante para el pueblo palestino» y para «el más amplio objetivo de la paz en Oriente Próximo».

«Esos comentarios son su punto de vista personal, pero la posición de nuestro Gobierno en ese tema no ha cambiado», declaró de inmediato el consulado de EE UU en Jerusalén. La declaración de Hillary Clinton, recalcó luego Mike McCurry, portavoz de la Casa Blanca, «no refleja la política gubernamental, sino una opinión personal. Estaba respondiendo a las muy sentidas preocupaciones expresadas por algunos jóvenes».

Los judíos, partidarios

Una encuesta divulgada con motivo del 50º aniversario del Estado de Israel reveló la pasada semana que los judíos de EE UU son más partidarios de la creación de un Estado palestino que el resto de la población de ese país. Los porcentajes son, respectivamente, del 45% y del 38%.Clinton, por su parte, dio ayer satisfacción a Netanyahu y despachó a Israel a Dennis Ross, su enviado especial para la zona. Ross, según James Rubin, portavoz del Departamento de Estado, va a intentar «tender un puente sobre las diferencias que todavía existen» para la celebración el lunes en Washington de la cumbre entre Clinton, Netanyahu y Arafat. Rubin señaló que esa reunión sigue pendiente de «la aceptación de las ideas norteamericanas». Si Netanyahu sigue rechazándolas, EE UU «volverá a examinar la situación».

En caso de que Netanyahu dé su brazo a torcer ante Ross, la cumbre del lunes en Washington tendrá como objetivo comenzar la fase final del proceso de paz, con temas calientes sobre la mesa, como las fronteras, Jerusalén, los refugiados palestinos y los asentamientos judíos. Pero Netanyahu, presionado por los halcones de su Gobierno, que lidera Ariel Sharon, sólo ha aceptado por ahora una devolución a los palestinos de un 9% adicional del territorio cisjordano.

(David Bar-Illan, consejero de Netanyahu, declaró ayer que el viaje del primer ministro israelí a Washington es «improbable», informa la agencia Reuters. «Es muy improbable que vaya a Washington el lunes», dijo. La víspera, Netanyahu declaró que no acepta condiciones para ese viaje).