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DESASTRE ECOLÓGICO

La empresa que causó el vertido de Doñana pagará las cosechas y eliminará los lodos

Minas de Aznalcóllar ofrece ya indemnizaciones sin esperar ninguna orden judicial

La empresa Boliden, que explota la mina de Aznalcóllar (Sevilla) que originó hace una semana un desastre ecológico de difícil reparación en el coto de Doñana, parece dispuesta a enmendar parte de los males que ha causado y sin esperar, como dijo en un principio, a decisiones judiciales. Boliden se ha comprometido a limpiar los lodos tóxicos que han anegado amplísimas zonas agrícolas y de valor ecológico y hará frente al coste de esta tarea. En el plano económico, ha garantizado la indemnización a las familias afectadas por la riada tóxica y la compra de las cosechas perdidas, según la Junta de Andalucía y las organizaciones agrarias.La primera reunión del comité de coordinación que el Ejecutivo central y el andaluz acordaron crear el jueves se produjo en la Delegación del Gobierno de la Junta en Sevilla. Este comité recibió las propuestas de la empresa minera para ubicar los lodos tóxicos, una vez que comiencen las tareas de limpieza.

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Al mismo tiempo y en la misma sede, aunque en diferentes habitaciones, otro representante de Boliden se reunió con organizaciones agrarias, alcaldes de localidades afectadas y un miembro de la Junta para detallar el coste social que ha tenido la riada tóxica que el pasado sábado cogió desprevenida a la zona, después de que se rompiera una presa que tenía cinco millones de metros cúbicos de agua ácida y de metales pesados y que arrasó todo lo que había a su paso.

La principal preocupación que hay en estos momentos, una vez frenada la inmensa ola de agua contaminada que ha afectado gravemente al entorno de Doñana, es la recogida de los vertidos. La empresa minera ofreció ayer a la comisión de coordinación Junta-Gobierno central tres puntos en los que depositarlos. El primero está situado en la propia mina, en una zona en la que Boliden vierte habitualmente cenizas procedentes de la explotación minera. Este terreno, conocido como La Corta, es el que, en principio, tiene más posibilidades de ser el depósito de los lodos recogidos, ya que es el que tiene más capacidad. Los otros dos sitios son parcelas que ya han sido explotadas.

Ubicación de los vertidos

Hoy, el comité de coordinación decidirá dónde se ubicarán definitivamente los vertidos, cuya limpieza empezará mañana domingo. El coste de la limpieza correrá a cargo de Boliden, según afirmó ayer el delegado del Gobierno de la Junta en Sevilla, José Antonio Viera.Restañadas las heridas de los primeros días, en los que Junta y Gobierno central se tiraron los trastos sobre la responsabilidad de cada uno en el desastre, Viera destacó la «buena disposición» de Madrid en estos momentos y añadió que aún es prematuro sostener con certeza el motivo de la rotura de la presa.

Mientras, los técnicos de Boliden esperan que mañana quede terminada una tubería adicional que conectará directamente el remanente de agua tóxica que permanece estancada en la balsa con la planta depuradora.

Con esta medida, el volumen de agua tratada por la depuradora pasará de 600 metros cúbicos por hora a 1.200. A ese ritmo, la empresa que explota Minas de Aznalcóllar prevé vaciar el líquido contaminado en cuatro o cinco días.

Un directivo de Boliden se reunió ayer con organizaciones agrarias y con el delegado de Agricultura de la Junta en Sevilla, Domingo Chamorro. El representante de la empresa minera se marchó nada más terminar la reunión sin decir nada a los medios de comunicación, pero tanto Chamorro como las organizaciones agrarias llegaron a la conclusión de que Boliden es permeable a las exigencias que se le plantearon.

De acuerdo con la versión de estos últimos, la empresa se ha comprometido a crear de inmediato un fondo económico de urgencia para familias que estén asfixiadas económicamente, así como a indemnizar a los afectados si en el plazo de dos meses la compañía aseguradora no ha terminado el peritaje sobre los daños ocasionados. Asimismo, Boliden comprará la producción agrícola de la zona que ha sido devastada por la riada tóxica. Estos productos no se comercializarán y se destruirán.

Estas ayudas iniciales, no obstante, no son suficientes para los agricultores, que ayer reclamaron a Boliden un informe de impacto medioambiental y socioeconómico de la catástrofe que sirva para hacer balance de las pérdidas definitivas.

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