Los seguros médicos de EE UU serán estrictos con la píldora antiimpotencia

Varias cuestiones penden sobre el futuro de la aparentemente mágica píldora contra la impotencia Viagra, que acaba de ser comercializada en Estados Unidos con gran éxito. Una de las más importantes, la de si será cubierta por las aseguradoras médicas y hasta qué punto, empieza ya a dilucidarse, y la respuesta es decepcionante para los consumidores. Las aseguradoras más importantes del país, recién consultadas por The New York Times, admiten que su política hacia Viagra será muy restrictiva. La mayoría considera que el bienestar sexual es una cuestión sobre todo psicológica que debe ser abordada por otros medios, y algunas empresas incluso han puesto un límite mensual a las pastillas que reembolsarán a los afectados. Lo que empresas como Cigna están haciendo de hecho es estimar cuántas veces al mes un impotente podrá practicar el sexo subvencionado por su póliza, y en concreto han puesto esa cifra en seis. Cada píldora cuesta unos 10 dólares (algo más de 1.500 pesetas) y hay que tomarla, por vía oral, antes de cada coito.

Pfizer, el laboratorio que la ha puesto en el mercado, ha dicho que seis píldoras al mes es insuficiente, ya que según sus experimentos iniciales, basados en el estudio sociológico de 1994 Sexo en América, la cantidad normal sería de ocho, es decir, para dos veces a la semana. Las recetas que se están extendiendo como rosquillas estos días en EE UU suelen ser para diez unidades. La reticencia de las aseguradoras se basa en parte en que la impotencia no siempre es diagnosticada como una dolencia estrictamente fisiológica, y que para los casos en que se deba a otros trastornos psicológicos el tratamiento debe ser distinto.

Además, y según también ha prevenido Pfizer, Viagra no debe ser usado como afrodisíaco para elevar la potencia o el placer sexual, y la menor cobertura evitará que se extienda su uso fraudulentamente. Como medida adicional, las aseguradoras sólo reembolsarán el 50% del coste de Viagra. Por lo general en EE UU se cubre el 80% de las facturas por medicamentos, y el consumidor paga el resto.

Viagra se está recetando en EE UU desde finales de marzo con un éxito sin precedentes en la industria farmacéutica, lo que ha hecho de esta medicina todo un fenómeno sociológico.