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El temporal desluce un espectáculo dedicado a García Lorca en Almería

Tereixa Constenla

El viento triunfó ayer en Almería sobre cualquier elemento: echó por tierra el montaje previsto y quemó la vistosidad del espectáculo dedicado a Lorca y destinado a los alumnos de educación de adultos. El espíritu del artista se midió con los 70 kilómetros por hora soplados ayer en la costa almeriense por unos pulmones insensibles al arte. Los coordinadores, los hermanos María y Paco Cañizares, aplazaron la depresión para recomponer rápidamente la escenografía y adaptarla a la Plaza Vieja, un decorado más convencional que la prevista Alcazaba.

Una vez finalizado el colorista pasacalles, el diseñador Paco Cañizares liberó su pena: "Estoy medio depre porque todo había sido pensado para la Alcazaba y aquí, plásticamente, queda muy deslavazado". Las 1.200 personas, desplazadas desde escuelas de adultos de toda la provincia, lamentaron el cambio de decorado en menor medida que todos los implicados en la organización. El montaje, colofón del programa Paisaje, imagen y palabra, organizado con motivo del año lorquiano en los centros de adultos de Almería, rebosaba ambición. Incluso se habían recreado y pintado fachadas de La Chanca en los alrededores de la Alcazaba para acoger actuaciones de flamenco, que ayer nadie visitó. El entorno de la Plaza Vieja, sede del Ayuntamiento, se improvisó como un segundo escenario para los grupos de Sensi Falán y Norberto Torres. Las dependencias municipales del número 9 mudaron en bambalinas, una transformación habitual del inmueble donde se han cambiado de camisa artistas como José Mercé o El Habichuela en pasados festivales flamencos. Allí, los actores del grupo La Duda recibieron los últimos consejos y los definitivos retoques de los Cañizares. El paseo alrededor de la Alcazaba quedó casi reducido a un paseo sobre sí mismo. "Hay que reciclar como sea", advertía el diseñador mientras el poeta Juan José Ceba anunciaba el comienzo del espectáculo contra viento y marea. Un funesto cortejo, que recordaba a las víctimas predilectas de los talibanes de Afganistán debido a los velos, anunció la filosofía conceptual del montaje, inspirado en el mundo simbólico del poeta. El carácter tétrico duró un tris tras, hasta que los cuatro elementos básicos del universo -tierra, agua, fuego y, sobre todo ayer, aire- afloraron. El resto fue alegría, fiesta, color. Una fanfarria, de espectacular vestuario, exhibió lo más lorquiano bajo los soportales de la Plaza Vieja: máscaras, espejos, plantas silvestres, sol, luna, caballo y un pelele que simbolizaba el juego. "Lorca era mágico y simbólico; yo he utilizado su simbolismo y su magia", explicó Cañizares. A Isabel Fuentes, una empollona estudiante de 53 años que lucha por su Graduado Escolar, le encantó por su originalidad. Similar entusiasmo le despierta su fase educativa: "Yo he ido a los 40 años al colegio. Mi madre dice que es para matarme porque antes no estudiaba ni a palos y ahora estoy encantada".

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Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Portugal desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera de temas sociales en Andalucía en EL PAÍS y en el diario IDEAL. Es autora de 'Cuaderno de urgencias', un libro de amor y duelo, y 'Abril es un país', sobre la Revolución de los Claveles.

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