UV y la oposición niegan validez al pacto de Such con los panaderos

Los socios regionalistas del Partido Popular y todos los grupos de la oposición parlamentaria denunciaron ayer la inutilidad del acuerdo alcanzado el pasado lunes entre la Consejería de Industria y los gremios de panaderos de Alicante y Castellón, y la asociación Asepan, que defienden la apertura en domingo de los establecimientos de venta al público. Diego Such, responsable de comercio e impulsor del acuerdo, no firmó el documento consciente de que viola la ley de horarios comerciales, que fue aprobada por unanimidad y establece taxativamente la prohibición de vender pan los domingos. Such comentó que el pacto precisaba de "cobertura legal". Efectivamente, el acuerdo exige para tener validez una modificación de la ley a través de un nuevo proyecto, aunque sólo incluyera el cambio de un artículo, según admitieron ayer fuentes del Grupo Popular. Entretanto, los regionalistas saltaron con virulencia contra el consejero. "Diego Such es el máximo responsable de la extraña situación que se ha creado con respecto al incumplimiento de la ley de horarios comerciales por parte de algunos panaderos de la Comunidad Valenciana", declaró Fermín Artagoitia. "UV es responsable con respecto a las acciones que desarrolla y apoya la ley que aprobó la Cámara autonómica y que es de obligado cumplimiento en nuestra comunidad", añadió. Los regionalistas, que han solicitado la comparecencia de Diego Such ante el pleno, acusaron al consejero, quien, "desde un principio ha permitido tácitamente el incumplimiento de la ley" y le atribuyeron toda la responsabilidad por el conflicto surgido en el sector. Foto sin contenido El socialista Ernest Fenollosa calificó el acuerdo como "papel mojado" y destacó que cada firmante ha hecho una lectura distinta del mismo. Fenollosa comentó que Such se ha limitado a hacerse "una foto sin contenido real". El diputado socialista dijo que "la consejería debería hacer cumplir la ley" aprobada por unanimidad, pero se mostró abierto a estudiar una modificación si todas las partes llegaran a un acuerdo. Alfred Botella, de Esquerra Unida, también apoyó cambios si hubiera consenso, pero advirtió que el actual acuerdo "unilateral entre la consejería y un sector de los panaderos es inaplicable". "Las leyes las hacen las Cortes, a no ser que el consejero haya decidido saltarse a la torera al legislativo", dijo Botella. Pedro Zamora, de Nova Esquerra, fue mucho más duro y destacó que "el cumplimiento de la ley no es una atribución del consejero, sino una obligación". Zamora calificó el acuerdo como "una ilegalidad" y acusó a Diego Such de "dejación de competencias". "El gobierno desautoriza a las Cortes con el acuerdo", añadió Zamora, "y muestra una doble moral: primero apoya una ley en la Cámara pero luego promueve su incumplimiento".