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CINE

La ambigüedad de un policiaco

Tras casi 20 años como protagonista de todo tipo de películas, entre las que ocupan un lugar destacado los spaghetti western que rueda en Almería bajo la dirección del italiano Sergio Leone, el actor, productor y director Clint Eastwood crea su propia productora, poco a poco consigue hacer el cine que le gusta, primero dirigido por otros y luego por él mismo, hasta convertirse en uno de los realizadores con más personalidad del actual cine norteamericano. Interesado en especial por el western y el policiaco, con el paso de los años cada vez huye más de la pura acción para hacer un trabajo mucho más reflexivo y mejor. Lo que en el terreno del western le conduce al espléndido Sin perdón (1992) y en el del policiaco al interesante Un mundo perfecto (1993). Películas que no sólo protagoniza, sino que también produce y dirige con una libertad que muy pocos tienen en la actualidad en Estados Unidos

Mediana noche en el jardín del bien y del mal Director: Clint Eastwood

Guionistas: John Lee Hancock. Fotografía: Jack N. Green. Música: Leestmie Niehaus. Estados Unidos, '1997. Intérpretes: John Cusack, Kevín Spacey, Jude Law, Allíson Eastwood, The Lady Chablis. Estreno Madrid: Amaya Tívoli, Acteón, Morasol, Luna Wo. subtitulada).

La sociedad sureña

Con la recién estrenada Medianoche en el jardín del bien y del mal vuelve al terreno del policiaco, pero para hacer un trabajo ambicioso que no se sitúa entre sus obras más logradas. A partir de un particular libro de éxito de John Berendt, que se sitúa a medio camino entre el ensayo de antropología cultural, escrito en forma de crónica y la novela propiamente dicha, Eastwood se plantea dar una visión de la peculiar ciudad de Savannah, en el Estado de Georgia, reflejar la mentalidad del más profundo sur de Estados Unidos, y al mismo tiempo narra una intriga policiaca con un máximo de ambigüedad y expone las repercusiones que tiene la homosexualidad dentro de esa específica sociedad sureña. A pesar de que, siguiendo la actual tendencia del cine norteamericano, la película dura algo más de dos horas y media, el principal problema que ha tenido Eastwood es el de la longitud. En el momento de realizar el montaje definitivo se encontraba con material suficiente para hacer un obra de tres o cuatro horas de duración y ha debido sacrificar demasiados elementos accesorios, pero enriquecedores de la atmósfera en que se desarrolla la acción, para servir a la más pura intriga policiaca, con lo que la película ha perdido atractivo. De esta manera, el resultado, Medianoche en el jardín del bien y del mal, queda más cerca de la tradicional película de juicios que de cualquier otra cosa, y sus hallazgos ambientales aparecen un tanto perdidos en el conjunto. Tanto la descripción del ambiente navideño de la ciudad sureña donde se desarrolla la acción como la personalidad del homosexual en torno al que gira la historia, pero sobre todo la buscada ambigüedad del relato, que el crimen eje de la acción se exponga a través de dos vueltas hacia detrás contradictorias y que se dé otra tercera versión oral diferente.

Actores

Dentro de esta ambiciosa y desigual película destaca el trabajo del siempre excelente John Cusack, en el papel del periodista metido a investigador policiaco, frente a Kevin Spacey, un actor muy de moda, demasiado valorado dentro de su único registro de cínico, que da vida al personaje central. Mientras el travesti negro The Lady Chablis tiene un excesivo protagonismo en contra de Allison Eastwood, la hija del director, que ya ha trabajado en otras películas de su padre, que aquí encarna al único y reducido personaje femenino.

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