Un zoco cultural en el centro de Madrid.
El Círculo de Bellas Artes aumenta su oferta mientras prepara una multitudinaria lectura del Quijote
A los responsables del Círculo de Bellas Artes, de Madrid, les gustaría contar con un servicio de megafonía, al estilo de los grandes almacenes, para orientar a los centenares de visitantes que cada tarde se dan cita en este edificio modernista, situado en pleno centro de la capital. La pretensión tiene toda su lógica porque en los 13.000 metros cuadrados del Círculo coincidieron la pasada semana las fotos de las actrices más deseadas del siglo, las imágenes sobre las sintonías y distancias de Madrid y Barcelona, los debates de Luis García Berlanga y Albert Boadella y una obra de teatro de Vicente Molina Foix, entre otras cosas. Superada la profunda crisis que vivió hace cuatro años, esta entidad, fundada en 1880, no ha dejado de incrementar sus actividades, mientras prepara estos días la multitudinaria lectura del Quijote el miércoles y jueves.
Un papel emblemático
"Es el espacio más libre y vanguardista que tenemos en la capital", ha señalado en más de una ocasión el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, consciente del papel emblemático del Círculo no sólo para los madrileños, sino para aficionados a la cultura de toda España. Desde unos criterios de gestión casi propios de una empresa privada, tanto el arquitecto Juan Miguel Hernández León, presidente, como el escritor y periodista César. Antonio Molina, director del Círculo, han dejado ya atrás un gravísimo periodo que vio amenazada. la supervivencia del centro. Tras una reducción de la plantilla, que ahora asciende a unas 50 personas, y con un nuevo enfoque en la gestión, esta entidad-símbolo de Madrid está en vías de sanear su economía. Sobre la base de una aportación de 215 millones de pesetas de instituciones públicas madrileñas y de los 300 millones generados por el Círculo como ingresos, esta institución ha tejido una tupida red de convenios de colaboración con, organismos que van desde la Universidad Carlos III hasta Caixa Galicia o la Fundación de Caja Madrid, pasando por compañías multinacionales, ayuntamientos o empresas periodísticas, como el Grupo PRISA.
De todos modos, aparte de las cantidades citadas, Molina destaca el tercer soporte económico, lo que él define como "inmaterial". Es decir, los cerca de 500 millones de pesetas en concepto de financiación y patrocinio de actividades por parte de empresas, fundaciones y embajadas, entre otros organismos. "Ello explica", señala el director, "que mantengamos abiertos dos teatros, cuatro salas de exposiciones, 10 para conferencias y seminarios, talleres artísticos y espacios para desfiles de moda o bailes en una interminable jornada que comienza a lis ocho de la mañana y se prolonga hasta la madrugada".
30.000 visitantes semanales
Pero los directivos del Círculo, que representan a sus más de 4.000 socios, no se conforman con que cada semana acudan a los actos que organiza la entidad una media de 30.000 personas, sino que están decididos a que la cultura salga a la calle. Una buena muestra fue el pasado año la lectura multitudinaria e ininterrumpida del Quijote durante 2.4 horas, coincidiendo con el Día el Libro y el aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes. Ante el éxito de la pasada convocatoria, que sirvió para recordar al genio español de las letras en periódicos de todo el mundo, la iniciativa se amplía este año. Así, Guillermo Cabrera Infante, premio Cervantes de este año, leerá a las doce de la mañana del próximo miércoles aquello de "en un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme... " Miles de personas se relevarán durante dos- jornadas para leer el Quijote y, gracias a la tecnología y un sistema de videoconferencias, las voces sonarán también desde Buenos Aires, México, Bogotá, Manila, Lisboa, Roma, Barcelona, Valencia, Bilbao, Sevilla...
Cervantes no será el único escritor homenajeado. El Círculo tiene previsto vivir La noche de Max Estrella y recorrer el día 23 el Madrid de Luces de bohemia descrito por Valle-Inclán. El autor gallego es uno de los nombres de primera fila de la cultura vinculados al Círculo en una lista interminable que arrancó con el pintor Madrazo, socio número uno, y el músico Arrieta, carné número dos.
Babelia
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