El general Delfino niega haber cobrado dinero de un secuestro

. El general Francesco Delfino, de 60 años, detenido el pasado martes por el supuesto cobro de 85 millones de pesetas a la familia de un secuestrado, negó ayer los cargos que se le imputan ante los magistrados de Brescia, que le tomaron declaración en la prisión militar de Peschiera del Garda (Verona) donde se encuentra recluido. Al mismo tiempo, ayer se supo que la policía ha detectado movimientos de dinero sospechosos en cinco cuentas bancarias ligadas al alto oficial de carabineros. La investigación en torno al caso Soffiantini, se ha ampliado con dos nuevos nombres, el del capitán Arnaldo Acerbi, un subordinado de Delfino y el del coronel Antonio Pinto, de la policía judicial de Brescia.

En el interrogatorio de más de siete horas al que fue sometido el general, de acuerdo con lo adelantado por uno de sus abogados, rechaza de plano lo afirmado tanto por Giordano Soffiantini, uno de los hijos del empresario secuestrado, como por Giordano Alghisi, ex socio y amigo de la familia, detenido en la cárcel de Brescia en estos momentos. Tanto el joven Soffiantini como Alghisi, han defendido ante los magistrados que el general recibió 85 millones de pesetas en billetes de 100.000 liras el 5 de enero pasado, para agilizar los contactos con los secuestradores de Giuseppe Soffiantini, industrial de Manerbio (Brescia), y permitir su liberación.

En esta situación de efervescencia conspirativa, ayer trascendió que Delfino ha reconocido haber mantenido un contacto epistolar con los Soffiantini a lo largo de secuestro del padre. Si el general trabajaba por cuenta propia, aprovechando la situación de extrema necesidad de la familia Soffiantini para embolsarse una considerable suma de dinero, o si realmente lo hacía por cuenta de los hijos del industrial y con vistas a la liberación del rehén, es todavía un misterio.