Dublín pone en libertad a nueve presos del IRA
El Gobierno de Dublín liberó ayer por la noche a nueve extremistas republicanos. El fin último de esta liberación de presos es contribuir a la atmósfera de reconciliación en el Ulster, según informaron fuentes políticas. Los nueve miembros del Ejército Republicano Irlandés (IRA) detenidos en la prisión de alta seguridad de Portaloise, a un centenar de kilómetros de Dublín, han recobrado su libertad antes de completar sus condenas por crímenes terroristas.
La liberación coincide con los esfuerzos políticos que se están llevando a cabo dentro del campo republicano para aprobar, dentro del partido, el proyecto de paz alcanzado en Belfast la semana pasada. La liberación de prisioneros fue aprobada tras intensos contactos entre el primer ministro irlandés Bertie Ahern, el ministro de justicia, John O'Donoghue y altos funcionarios de los aparatos de seguridad de la república, según fuentes políticas.En diciembre pasado, el Gobierno de Dublín decidió poner en libertad anticipada a nueve miembros del Ejército Republicano Irlandés (IRA) como señal de buena voluntad ante el avance de las negociaciones que culminaron el pasado viernes con la aprobación de una estrategia común para tratar de poner fin a tres décadas de violencia en el Ulster. El plan aprobado el Viernes Santo prevé la liberación de los presos católicos y protestantes en el plazo de dos años.
Dicho plan ha provocado airadas reacciones de los familiares de las víctimas del conflicto, políticos unionistas y funcionarios policiales. Los presos liberados ayer son Patrick Kavanagh, Noel Magge, Patrick Morgan, Paul Murray, Patrick McCartney, Chris O'Donnell, Bernard O'Hagan, Hugh Willzinson y Tony Heaney. Todos ellos estaban condenados por tenencia ilícita de armas y explosivos y habrían obtenido la libertad provisional entre 1999 y 2005.
Entretanto, el líder nacionalista del Partido Social Democrático y Laborista (SDLP), John Hume, pronosticó que la gran mayoría de protestantes y católicos del Ulster darán pleno apoyo al proyecto de paz durante el referéndum previsto para el próximo 22 de mayo. "No tengo duda de que la voluntad de la vasta mayoría de la gente en ambos lados de nuestra sociedad se inclina por una estabilidad duradera", dijo Hume.
El Ejército Irlandés de Liberación Nacional (INLA), un violento grupo que condena la tregua aceptada por el IRA, advirtió que no piensa deponer las armas. "Nosotros no nos hemos embarcado en un proyecto que ignora la subyugación británica de hace siglos", dijo en un comunicado distribuido en medios de comunicación de Belfast.
Por otra parte, en Belfast comenzó a gestarse un movimiento político unionista para impedir la visita del presidente norteamericano Bill Clinton en vísperas del referéndum. Alegando que su presencia podría ser vista como un acto de interferencia, miembros del Partido Unionista del Ulster (UUP) dijeron que la visita sería mucho más oportuna "una vez que se hayan aclarado las cosas". Reg Empey afirmó que la presencias de Clinton en el Ulster "podría ser malinterpretada si es que desea verse directamente involucrado en la consulta".
Estrategia frente al referéndum
Clinton, que debe asisitir en Birmingham a la cumbre de los países industrializados, se ha ofrecido a visitar Belfast, pero la Casa Blanca ha aclarado que tal posibilidad estará sujeta a la opinión de los primeros ministros del Reino Unido y la República de Irlanda.Por su parte, el comité político del Ejército Republicano Irlandés (IRA) y su aparato paralelo dentro del Sinn Fein iniciaron ayer consultas en un lugar secreto del Ulster para definir una estrategia de actuación frente al referéndum, según informaron fuentes políticas. La decisión de ocultar el lugar de la reunión se debe al interés en evitar intromisiones durante las discusiones. El encuentro dará al Sinn Fein una idea clara de lo que piensa el ala militar republicana a fin de exponer su posición en la próxima conferencia anual de dos días que el partido de Gerry Adams proyecta celebrar en Dublín este fin de semana, agregaron las fuentes.
Esa reunión es clave para los planes de Adams, que el viernes pasado anunció su adhesión al proyecto político para tratar de poner fin a tres décadas de violencia en el Ulster.
El Sinn Fein se enfrenta a la oposición radicalizada dentro del campo republicano que, en privado, imputa a Gerry Adams falta de consecuencia por abrazar un plan que, según dicen, no establece pasos concretos para un repliegue realista de las fuerzas británicas de Irlanda del Norte.
Las críticas señalan que el plan tampoco mantiene la cuestión de la unificación de la isla en el tope de la lista de prioridades.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- John Hume
- SDLP
- IRA
- Declaraciones prensa
- Irlanda
- Irlanda del Norte
- Amnistía
- Negociaciones paz
- Beneficios penitenciarios
- Guerrillas
- Reino Unido
- Proceso paz
- Partidos políticos
- Política exterior
- Europa occidental
- Régimen penitenciario
- Grupos terroristas
- Guerra
- Gente
- Gobierno
- Conflictos
- Terrorismo
- Europa
- Administración Estado
- Justicia