Una nueva ley combatirá la venta ilegal de licencias de taxi

Antonio Jiménez Barca José Manuel Romero

Madrid - 10 abr 1998 - 00:00CEST

, La Comunidad de Madrid ha salvado el último escollo para gestionar el complicado sector del taxi, ahora en manos del Ayuntamiento. El Consejo Económico y Social (CES) ha dado su visto bueno al proyecto de ley regional de ordenación de los transportes urbanos, con la que el Gobierno de Ruiz-Gallardón se arroga las competencias del sector. En su dictamen, el CES recomienda al Gobierno regional la elaboración urgente de una norma que permita luchar contra el mercadeo ilegal de licencias. En Madrid, la venta de permisos para regentar un taxi mueve al año más de 5.500 millones (700 transferencias de licencias). El consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, del PP, buscará ahora las medidas para controlar un sector especialmente conflictivo.El Consejo Económico Social (integrado por nueve sindicalistas, nueve empresarios y nueve expertos) entiende que es necesario luchar contra el mercado ilícito de licencias porque, de esa manera, también se podrá evitar la economía sumergida en el sector y sus efectos perversos.

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Un minuto de espera

Actualmente, la ordenanza nunicipal tan sólo permite vender licencias por dos vías:

- El traspaso por cese de actidad sólo podrá hacerse tras cinco años de antigüedad y a un conductor asalariado que lleve en esa situación más de un año.

- En el caso de que el traspaso de licencia sea por jubilación o por fallecimiento, éste podrá hacerse a un conductor asalariado sin que tenga que acreditar experiencia alguna.

"Las licencias", explica Alfredo García (CC OO) "son de concesión pública. Y, sin embargo, hay muchas que son vendidas a empresarios poderosos sin cumplir con lo que dictan las ordenanzas. Estos empresarios controlan un pequeño monopolio de licencias que manejan a su antojo empleando a gente de manera irregular". Desde 1977, el Ayuntamiento de Madrid mantiene congelada la concesión de nuevas licencias de taxi. De esta manera, la única oportunidad para conseguir una consiste en comprarla, por unos ocho millones, a un taxista que esté dispuesto a venderla.

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Los taxistas, interesados

Los taxistas a punto de retirarse venden su licencia para asegurarse una jubilación

El portavoz de esta asociación sostiene que Ios taxistas son los primeros interesados en que esto termine". También el consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, en el que recaerá este problema, quiere liquidar la cuestión. Pero todavía no sabe cómo. Cortés aún ignora qué instrumento va a utilizar para combatir la venta ilegal de licencias. "Estamos haciendo camino al andar. Es la primera vez que un gobierno comunitario se mete en estos asuntos a través de una ley regional. Habrá que estudiar todos los aspectos con detenimiento. Para empezar, creo que sería necesario incluir al sector del taxi en el Consorcio Regional de Transportes", explica. El consejero de Obras Públicas también quiere restringir el número actual de licencias, cifrado en 15.500.En esto está de acuerdo con los mismos taxistas. Eladio Núñez, presidente de la Asociación Gremial, siempre ha mantenido que este número es excesivo y que la cifra ideal para la Comunidad ronda los 10.000 vehículos.

De hecho, según apunta el Libro Blanco del Taxi, un estudio sobre el sector elaborado por una empresa consultora a petición del Ayuntamiento de Madrid y que viene a ser una radiografía del servicio, hay más taxis por habitante en Madrid que en ninguna otra gran ciudad española. En la capital hay 3,093 licencias por 1.000 habitantes; en Barcelona no llegan a 2,813.

El número de licencias, invariable desde 1977, experimentó un espectacular aumento en 1965 (pasó de 5.750 a 9.000) y en 1974 (saltó de 10.000 a 15.000).

Con todo, eliminar permisos para regentar un taxi es complicado, según explican los profesionales: "Hay que restringir el número de taxis, pero hay que hacerlo con cuidado; hay muchos taxistas, a punto de jubilarse, que confían en vender legalmente su licencia por unos ocho millones, que es el precio medio, para que les sirva como un complemento a su jubilación. Ésta es más bien escasa tratándose de un taxista, ya que por lo general ronda las 60.000 pesetas", afirma Julio Sanz.

El portavoz de la Asociación Profesional del Taxi añade que "sólo si las administraciones y los taxistas se ponen de acuerdo en comprar licencias a estos jubilados para retirar vehículos se puede acabar con el problema".

Después de aportar la solución, Sanz echa cuentas para demostrar la dificultad de su propuesta: "Si en la Comunidad de Madrid sobran unos 5.000 taxis, y las administraciones y las asociaciones de taxistas se atrevieran a comprar estas licencias para sacarlas de la calle y mejorar el mercado, se tendrían que poner sobre la mesa al menos 40.000 millones de pesetas. Habría que hacerlo poco a poco".