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Rosa Montero explora la "necesidad del otro" en el libro de cuentos 'Amantes y enemigos'

La escritora reune 19 historias sobre la pareja en su primera recopilación de relatos

Elsa Fernández-Santos

Rosa Montero (Madrid, 1951) cierra el último cuento de Amantes y enemigos con una frase que, según ella, resume todo el libro: "El amor es una mentira, pero funciona''. "El amor-pasión muere en contacto con la realidad, está condenado al fracaso", afirma la escritora, que por primera vez publica un libro de relatos, género que le atrae más como lectora que como narradora. Amantes y enemigos (Alfaguara) reúne 19 historias -cuatro inéditas- escritas a lo largo de los últimos 15 años. "Todas tienen en común que hablan de la necesidad del otro'' explica Montero.

"El cuento nunca ha sido mi lugar expresivo. Siempre me he sentido más cómoda en los esfuerzos de largo aliento", afirma Rosa Montero al explicar su tendencia como narradora a la novela. "Con el tiempo, sin embargo, he aprendido a amar el cuento más y más. Los cuentos son muy reveladores, sobre todo para mí misma, ya que en ellos, he descubierto la sustancia de lo que luego han sido muchas de mis novelas", continúa la escritora y periodista, quien señala cómo en el primer relato del libro, Paulo Pumilio, ya se encierra el caldo de cultivo de lo que luego sería su sexta novela, Bella y oscura (1993).Amantes y enemigos tiene un hilo conductor: la pareja. "Me interesan todas las posibilidades de parejas, no exclusivamente desde el punto de vista de la mujer", aclara Montero, al situar estos 19 cuentos (ordenados cronológicamente) que giran en torno al amor, el desamor, obsesiones, fantasmas, venganzas y rutinas y que tienen como protagonistas a hombres, mujeres, niños e incluso monstruos.

La destrucción del ser

"Me interesa todo lo que se cuestiona desde la pareja: la propia identidad, donde empieza uno y termina el otro, cómo los propios deseos pueden ser una condena, el problema de la turbiedad del ser, la destrucción del ser...''. Y añade: "También es en la pareja donde asoma la cabeza esa parte más inconfesable del yo, y de ahí surge el humor que encierran muchos de estos relatos, ya que es en la pareja donde afloran nuestros traumas y complejos, donde nos manifestamos más ridículos; en definitiva, donde se nos ve el plumero".La unidad temática de los relatos escritos a lo largo de tantos años es lo que impulsó hace dos años a Rosa Montero a trabajar sobre la idea del libro que ahora se publica. La escritora reunió los ya escritos (publicados la mayoría en El País Semanal, en revistas literarias o en compilaciones de varios autores) y además incluyó cuatro inéditos: Amor ciego, Los besos de un amigo, Él y Viaje a Vetusta (este último, como aclara la autora, no estrictamente inédito ya que se leyó en público en los Encuentros Literarios de Oviedo).

A pesar de la distancia que separa el primer relato del último, Rosa Montero no encuentra una evolución de estilo. "Son extrañamente homogéneos, algo que no ocurre con mis novelas, en las que se descubre mucho mejor mi evolución".

Sin embargo, sí encuentra en ellos "curiosas" obsesiones que aparecen inconscientemente. "Son obsesiones que descubres cuando ya llevas muchos años escribiendo y que son difíciles de explicar. Por ejemplo, los enanos. Mis libros están llenos de enanos. Es algo muy extraño pero con el tiempo he descubierto que me obsesionan. En Paulo Pumilio el protagonista es un enano y en Bella y oscura y en Temblor, también. Creo que el enano es un niño que no es un niño, un adulto que no es un adulto. No sé, sólo puedo explicarlo así. Lo más increíble es que descubrí tres meses después de publicar mi última novela, La hija del caníbal, que la protagonista en un momento del libro explica que es muy bajita, más bajita de lo normal, o sea, una enana. Otra extraña obsesión son los hombres con cicatrices, siempre describo hombres heridos o mutilados. Pero eso sí tiene una explicación más fácil; mi padre, que era torero, estaba lleno de cicatrices".

La publicación de estos cuentos de ficción, además, coincide con el final de la serie Pasiones publicada durante el último año en El País Semanal. Una serie en la que la periodista ha relatado la historia de parejas famosas. "Cada vez me interesa más el periodismo que está a caballo entre el ensayo literario y el trabajo de periodista", afirma.

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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