Abierta en Don Benito la Casa de Cultura proyectada por Moneo
Una exposición sobre la historia de Extremadura inicia las actividades
Don Benito (Badajoz) no tiene castillo, ni catedral, ni un edificio singular que atraiga la atención del turista, pero desde hoy cuenta oficialmente con una casa de cultura diseñada por Rafael Moneo, nueva seña de identidad arquitectónica y cultural de esta pequeña ciudad (25.000 habitantes), que trata de identificarse con algo más que su pujante economía agraria. El nuevo recinto cultural se inaugura con una ambiciosa exposición que refleja la evolución histórica, artística y cultural de Extremadura desde la prehistoria.
Don Benito no es Estocolmo ni la coqueta pero pequeña Casa de Cultura tiene las dimensiones arquitectónicas del museo de la capital nórdica. Pero ambos proyectos se hermanan cronológicamente. Y, ayer, el padre de los dos, Rafael Moneo, reiteró la necesidad del arquitecto de no hacer distinciones entre pequeñas y grandes obras, ni en su ruralidad o centralidad: "Es un privilegio trabajar en proyectos de esta escala. Este edificio no es menos importante para la vida urbana de Don Benito que el museo lo es para Estocolmo".El proyecto comenzó a gestarse hace seis años y en su construcción se han invertido 460 millones de pesetas. El nuevo edificio se levanta como un estandarte en los caminos de la cultura del Guadiana. Recuerda la arquitectura blanca y recta de los pueblos de colonización del Plan Badajoz que se aglutinan en torno a Don Benito. "Es refrescante encontrar el blanco en esta tierra, entre Castilla y Andalucía. El contraste con el adusto granito de la iglesia cercana introduce una nota de optimismo, de frescura", dijo el arquitecto durante el acto de presentación del edificio, que se levanta en cuatro plantas en las que se reparten salón de actos, galería de exposiciones temporales, aula para talleres, hemeroteca y sala de proyecciones. Dispone además de aparcamiento y una tienda. Moneo destacó esa densidad de dependencias como factor fundamental que "redundará en el uso del edificio garantizando la actividad". "Es crucial que se garantice el flujo continuo de gente joven".
La Casa de Cultura se abre con una singular exposición: Extremadura - fragmentos de identidad. Posiblemente es la primera vez que Extremadura lanza una mirada cohesionada hacia sus orígenes y traza cronológicamente su pasado histórico, artístico y cultural, recreando sucesivamente las épocas romana, medieval y barroca hasta alcanzar el siglo XX. Son en total 122 obras, recopiladas por 11 especialistas. Pertenecen al Museo del Prado, Museo Nacional de Arte Romano, Biblioteca Nacional, museos Arqueológicos de Cáceres y Badajoz, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Real Monasterio de Guadalupe y a otras colecciones.
La muestra, subtitulada Guerreros, santos, artesanos y artistas, ofrece "de manera fragmentada, a manera de ráfagas, un conjunto de piezas significativas, más de la mitad nunca expuestas hasta ahora", recordó el comisario de la exposición, José María Viñuela.
En la sala dedicada a la prehistoria se exhibe un verraco del siglo III antes de Cristo y un vaso de Valdegamas. Un busto de Augusto es uno de los objetos que se exhiben en el arte romano. El periodo alto medieval muestra 15 obras, entre ellas un broche del tesoro de Turuñuelo y un soporte de Trono Taifa. El plano de la catedral de Badajoz, de 1550, se exhibe junto a retablos y el Ecce Homo de Morales, en el siglo XVI. Otra joya es el retrato de Meléndez Valdés realizado por Goya, junto a grecos y cuadros de Eugenlo Hermoso, Covarsi y Timoteo Pérez Rubio. Se proyecta también el documental Hurdes: tierra sin pan, de Buñuel.
Babelia
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