Bonn pone condiciones a la lira

El club del euro tendrá once miembros, Italia entre ellos. Los dos países más reticentes a la lira, Holanda y Alemania, la aceptaron ayer, aunque con condiciones. El ministro alemán, Theo Waigel, dio por descontado, sin citarla, que la lira formará parte del euro. Pero le impuso, sin llamarlo así, un nuevo requisito: que anticipe la aplicación de los objetivos de austeridad incluidos en el riguroso Pacto de Estabilidad del euro.

"Nos comprometeremos [todos] a comportarnos como si éste estuviese en vigor", concretó, entre otras medidas a aprobar por la cumbre del euro, el primer fin de semana de mayo. Es decir, a reducir el defícil presupuestario con el horizonte de llegar a cero, suprimirlo.

El reticente ministro holandés, Gerrit Zelm, declaró que sólo queda pendiente un compromiso "escrito" de Roma sobre sus medidas de rigor adicionales para reducir la deuda (hoy del 122,6% respecto al PIB) y acreditar que esa reducción es "sostenible".

"Espero que Italia esté desde el principio en la unión monetaria", dijo, retractándose de su antigua posición. "Sería bueno, y espero, que el euro abarque al máximo número de países", añadió, en lo que constituía una segunda marcha atrás de anteriores manifestaciones.

Los demás fueron menos incisivos. "Es muy probable que la unión monetaria comience con once miembros", dijo el austríaco Rudolf Edlinger. Irónico, el luxemburgués Jean Claude Juncker coincidió al profetizar una horquilla "entre diez y doce socios" de la que se excluirán "los dos extremos". Es decir, once. "No habrá sorpresas, serán los que todos esperan", aseguró el francés Dominique Strauss-Kahn.

La selección será propuesta el próximo miércoles por la Comisión, discutida en el próximo Ecofín y zanjada por los jefes de Gobierno en la cumbre del euro, el primer fin de semana de mayo. En la práctica, ya hay pues unanimidad. La última polémica, la candidatura de Italia, está encauzada. Con condiciones.