El artista puertorriqueño Pepón Osorio lleva al Reina Sofía el conflicto de los latinos en Estados Unidos

El artista puertorriqueño Pepón Osorio, de 43 años, combina en su vida y en su obra dos aspectos inseparables. Su experiencia como asistente social en el barrio neoyorquino del Bronx es indisociable de su tarea como artista. Sus instalaciones están sólidamente ancladas en una realidad que él, de alguna manera, ilustra con la idea de plantear el debate sobre ella. La exposición que se abrió ayer en el Museo Reina Sofía bajo el título de Medalla de honor y otras historias consta de tres instalaciones recientes. "Lo que pretendo con esta exposición es levantar un espejo enorme donde uno pueda reflejarse y a la vez reconocer que hay una comunidad latina en Estados Unidos que afronta una cruda realidad de la que hay que ser conscientes", dijo ayer el artista.La muestra, que estará abierta hasta el 3 de mayo, presenta obras como la titulada Canción de cuna sobre una madre, dedicada a una muchaha de 14 años que al llegar a Nueva York quedó embarazada. La imagen de esta niña y su bebé, arrullados por la voz de la abuela, forma parte de la instalación. Otra de ellas es Miedo y negación, dos gigantescos gatos de estética kitsch que representan la vergüenza de los latinos por la estética doméstica de sus lugares de origen una vez integrados en la cultura dominante.

Sin embargo, Pepón Osorio no acepta que se califique su obra de elogio del kitsch. "Yo distingo entre varios grados de kitsch", dice. "Están quienes usan la iconografía religiosa como un medio de afirmación social o política, sin ser partícipes de esas ideas. Es lo que ha hecho gente como Madonna en sus vídeos. Pero hay otro grado, en el que están quienes lo usan como un salvavidas para mantener su propia identidad de latinos en EE UU y recrean el ambiente doméstico que dejaron fuera".

La más ambiciosa y amplia es la instalación que da título a la muestra. Medalla de honor enfrenta el espacio de una celda con la ultrabarroca habitación de un adolescente y, en las paredes de ambos recintos, la grabación de un diálogo entre padre e hijo.