Un recuerdo para otros genocidios y persecuciones
El Vaticano ha publicado ya, como se apresuró a recordar ayer el cardenal Edward Cassidy, 11 volúmenes sobre los documentos que analizan el papel de la Santa Sede durante la Il Guerra Mundial. No obstante, y en el brevísimo texto del Nosotros recordamos se hace un esfuerzo bibliográfico para "rehabilitar" la memoria de Pío XII.Tomando el diario oficial del Vaticano, L'Osservatore Romano, y el año 1945 como base, el documento recoge algunas menciones de gratitud de autoridades judías al entonces Papa. Así, se incluyen alabanzas a la "sabiduría diplomática" del Pontífice y también el telegrama laudatorio enviado por Golda Meir en 1958 tras la muerte de Pío XII. "Cuando el terrible martirio se abatió sobre nuestro pueblo, la voz del Papa se elevó por nuestras víctimas", decía la entonces representante del Gobierno israelí.
Con todo, la jerarquía eclesiástica católica aprovecha este mea culpa sobre el holocausto para "repudiar toda persecución, en cualquier sitio y en cualquier tiempo, perpetrada contra un pueblo o grupo humano". Y condena "de la manera más firme cualquier genocidio. Desde la masacre de los armenios, las innumerables víctimas de la Ucrania de los años treinta, el genocidio de los gitanos, fruto también del racismo, y tragedias similares ocurridas en América, África y en los Balcanes".
"Tampoco queremos olvidar", añade el texto, "a los millones de víctimas de la ideología totalitaria en la Unión Soviética, en China, en Camboya y en otras partes. Ni el drama de Oriente Próximo, cuyas circunstancias son bien conocidas". El párrafo termina con una cita del papa Juan Pablo II: "Mientras hacemos esta reflexión, demasiados hombres siguen siendo víctimas de sus propios hermanos".
