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Los académicos consideran que la compra de 17.152 ordenadores sin la 'ñ' es un gol a Sanidad

"No se utilizan las letras de esos terminales, sólo los números", dice el ministerio

Los académicos Antonio Buero Vallejo, Julián Marías y Francisco Rodríguez Adrados, entre otros, salieron ayer a la palestra para denunciar que la Administración del PP se ha dejado meter "un gol" al comprar 17.152 terminales sin ñ. Los tres exigieron medidas para defender una letra que, según afirmó Buero, "es crucial para evitar la disolución de España". Mientras tanto, una nota del Ministerio de Sanidad y Consumo trataba de quitar hierro al asunto diciendo que el sistema TAIR (Terminales Autónomos de Identificación del paciente en Recetas) "captura e imprime la ñ", y que "las letras que aparecen en los terminales no se utilizan, solamente se utilizan los números".

Vuelve la guerra de la ñ. Buero Vallejo habla de defenderla para "evitar la disolución de España", es decir, su conversión en Espana. Julián Marías recuerda a Sanidad que "es una letra tan importante que está hasta en el nombre de nuestro país", y que "tiene que permanecer viva como el resto de letras del abecedario". Rodríguez Adrados, director de la Revista española de Lingüística, opina que "a Sanidad le han metido un gol", y que "la culpa no es del ministro Romay, sino del personal administrativo, que se ha distraído y no ha caído en cosa tan elemental".En una nota, el ministerio antieñe sostiene que los terminales comprados sin la eñe son exclusivamente de uso numérico; explica que sus lectores de banda magnética "capturan [reconocen] e imprimen la ñ" siempre que ésta esté grabada en la tarjeta personal sanitaria; añade que las tarjetas "que presentan problemas" (que no llevan ñ) seguían normas "de la anterior Administración", y finalmente justifica la compra de los 17.152 terminales mutilados por la necesidad de "agilizar la gestión de los médicos, que hasta el momento tenían que escribir todos los datos de los enfermos".

A pesar de la exculpación tecnológica, la ministra de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre, se apresuró a hablar con el titular de Sanidad, José Manuel Romay. ¿El objetivo? "Hacer las gestiones necesarias para garantizar el cumplimiento del real decreto por el que se impide importar materiales que no contengan la letra ñ o los signos de interrogación y exclamación al principio de la frase". Aguirre aprovechó la presentación del plan de inversiones de su departamento para este año para reiterar lo dicho el día anterior (que la situación es "gravísima"), y luego presumió de que los ordenadores adquiridos para los colegios públicos tienen su ñ correspondiente.

Como anécdota en el día de la ñ, varios de los cables lanzados ayer por la Agencia Efe explicando la reacción de la ministra salieron con una errata: donde debía decir "eñe", decía "oño".

3.300 millones

El subdirector general de Informática del Insalud, Mauricio Fernández, aclaró que los 17.152 terminales TAIR le han costado a Sanidad 3.300 millones de pesetas (unas 192.000 pesetas por unidad). De marca Symbol, "son de tamaño un poco superior al de los teléfonos móviles, y, como estos, llevan pantalla de cristal líquido y un teclado combinado de números y letras".En ese juego de letras no está la ñ, como pasa en algunos móviles, "pero los médicos no necesitan usar las letras para nada, sólo teclear números o mover el cursor para navegar por los menús del programa (recetas, volantes, bajas ... )". De todos modos, concluye el funcionario, "los TAIRs han sido homologados por Industria. Y si hay eñes que no salen es porque las empresas que ganaron el concurso para grabar las bandas magnéticas de las tarjetas no metieron la ñ". Las empresas, informó Fernández, son la Fábrica de Moneda y Timbre, Zubiri y Escudero.

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