PARIENTES A LA MINA
Son hijos, yernos y hermanos de mineros fallecidos en siniestro laboral en los pozos hulleros de Hunosa. Pese a haber vivido tan de cerca la tragedia de la mina, 55 jóvenes, con edades comprendidas entre los 18 y los 36 años, han formalizado ya solicitud de ingreso en las explotaciones de Hunosa, acogiéndose al derecho preferente que la empresa, previo pacto con los sindicatos, reconoce a los familiares en primer grado de mineros muertos en accidente en los tajos para acceder con prioridad -uno por familia- a los nuevos puestos de trabajo que se crearán en la compañía. La falta de otros horizontes de empleo en unas comarcas cuya economía depende de modo capital de la extracción del carbón desde hace siglo y medio, deja pocas alternativas a los jóvenes demandantes de trabajo en los valles del Nalón y del Caudal. Lo explicaba uno de ellos, Jonathan Llaneza, de 20 años, en La Voz de Asturias: "Mi familia siempre trabajó en la mina. Estoy en el paro y, aunque no es un trabajo fácil, por lo menos es un empleo estable". Y Roberto Ordóñez, de 22 años, manifestaba así su decisión: "Mi padre falleció en la mina cuando yo sólo tenía 15 años. No tengo miedo a la mina, pero sí respeto".-
