Los republicanos condicionan al aborto el pago de EE UU a la ONU
El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, inició ayer una complicada visita de dos días a Washington en la que las cuestiones de Irak y la financiación de la ONU aparecen íntimamente ligadas. Annan dijo que Clinton tenía que ser "más agresivo" al pedir dinero al Congreso para pagar la deuda de su país con ese organismo internacional. Además, insólitamente, los republicanos en el Congreso añadieron ayer la cuestión del aborto a la ya de por sí difícil ecuación.
Un comité de asignación de fondos amenaza con pagar a la ONU sólo si EE UU deja de financiar a organizaciones que buscan la legalización del aborto en el mundo. Los demócratas consideran esto un chantaje.Annan se entrevistó ayer con altos cargos de la Administración, empezando por el presidente Bill Clinton, para defender además su labor mediadora en la crisis de Irak, muy criticada por el Legislativo de EE UU. La llegada de Annan a Washington fue así mucho más tensa que su entrada triunfal en el edificio de Naciones Unidas en Nueva York tras el éxito de su mediación con Sadam Husein para frenar la guerra el pasado 23 de febrero.
Annan llevaba la amenaza, lanzada el martes por Joseph Connor, máximo responsable financiero de Naciones Unidas, de que EE UU perdería su derecho al voto en la Asamblea General si no paga una parte sustancial de los 1.300 millones de dólares (casi 200.000 millones de pesetas) que debe a la organización. Ayer mismo un comité del Congreso respondió que asignaría esos fondos a la ONU (y en el mismo paquete, al Fondo Monetario Internacional) a través de una ley que a la vez prohibe la financiación pública de instituciones que están a favor del aborto y de la legalización en otros países. El portavoz de la Casa Blanca, Mike McCurry, denunció ayer que el Congreso mezcla cuestiones "que no tienen ninguna relación material".
El Departamento de Estado calificó dicha estrategia de lantidemocrática", y su portavoz, James Rubin, dijo que EE UU debe pagar a la ONU para poder participar en la lucha contra el terrorismo internacional desde ese foro. Clinton vetará la mencionada ley si se plantea en esos términos.
En la cuestión de Irak, EE UU se debate entre la confianza otorgada a Annan por la secretaria de Estado, Madeleine Albright, y el absoluto rechazo del líder republicano del Senado, Trent Lott, que opina que a EE UU le han robado su soberanía y su protagonismo internacional. Clinton quiere pagar lo que debe a la ONU en un gesto de conciliación y legitimación, pero tendrá que plantear a Annan condiciones como fa de ver cumplido el trato con Irak de abrir los palacios presidenciales a la inspección, o la reducción de la contribución anual de EE UU al presupuesto de Naciones Unidas (actualmente el 25%). Ni siquiera en el entorno de Clinton hay absoluto respaldo a Annan, de quien Washington sospecha que podría haber negociado un pacto secreto con Sadam Husein al margen de las instrucciones de EE UU y del Consejo de Seguridad. Al comenzar su primera reunión con Clinton, Annan dijo que "nosotros [la ONU] hemos cumplido y queremos saber cuándo va a cumplir EE UU". El secretario general dijo que confiaba en el compromiso del presidente para pagar, pero que éste "tiene que ser un poco más agresivo" en su negociación con el Congreso. Annan también tiene previsto verse con el secretario de Defensa, William Cohen, y con el asesor de Seguridad Nacional, Sandy Berger.
El director financiero de Naciones Unidas, que es estadounidense, advirtió el martes de que su país ya debe más dinero de lo que pagó en contribuciones en 1997, y que esto es motivo suficiente para perder el derecho al voto en la Asamblea General.
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