Da Jandra reprocha a España su "miopía cultural" con Latinoamérica
El escritor de Chiapas arremete contra los autores comerciales
Nació en Chiapas (México), creció en Galicia y desde hace cerca de veinte años vive en un paraje paradisíaco de la costa de Oaxaca sin agua corriente ni teléfono. Considerado "un gachupín en México y un sudaca en España", el escritor Leonardo da Jandra, de 47 años, sostiene que "España sigue dando la espalda a América Latina y se aboca a Europa, donde no va a europeizarse sino a desespañolizarse". A su juicio, este conflicto entre las comunidades hispanas se mantiene por "la miopía cultural española".
Considerado por la crítica mexicana como uno de los más destacados novelistas de la actualidad, Leonardo da Jandra no puede contener su vehemencia: "El primer gran error histórico de España fue darle la espalda a los árabes y a los judíos. Y lo único que consiguió con eso fue capitalizar el imperio sajón. Ahora, cuando debería estar clarísimo para España que América Latina es su gran opción frente al imperialismo norteamericano, vuelve a damos la espalda y se aboca a Europa".Invitado por España a unas jornadas literarias en Lisboa, Da Jandra, aún no editado en España, sostiene que "en América Latina todavía hay una herida abierta por ese viejo conflicto. Por encima de los grandes literatos que tenemos y toda esa parafernalia, existe un profundo malestar no sólo entre los intelectuales y escritores, que eso es lo de menos, sino ente las sociedades civiles. Y todo el o se produce debido a la miopía cultural española".
A su juicio, "México es el país más resentido con respecto a España, pero con mucho. Allí sigue celebrándose cada 15 de septiembre, el día de la independencia, con un 'Viva la Virgen de la Guadalupe y chínguense a su madre los gachupines'. No hay ni una sola estatua de Cortés y, cuando se ha intentado, se levanta un clamor contra España". Y cita un ejemplo reciente: "En Oaxaca, Eulalio Ferrer trató de donar unas esculturas primorosas de El Quijote y Francisco Toledo, el mejor pintor mexicano, dijo que se desnudaría si colocaban esas figuras. ¡Imagínate! ¡Ni al Quijote se quiere! Ahí está el malestar y no es cuestión de echar culpas. Es importantísimo para la Hispanidad que ese malestar se supere".
Posición paternalista
"Hay que darse cuenta", explica, "que estamos hablando de más de 500 millones de hispanohablantes con más de 25 millones en Estados Unidos. Desde América Latina se está imponiendo el castellano como tercer idioma universal. Si desde Madrid se tiene una posición patemalista, de vamos a ayudar a estos pobrecillos, desde América Latina el error consiste en recordar constantemente que ustedes nos saquearon y nos quitaron nuestra autenticidad. Hay que ponerse en el lugar del otro y ahí es donde yo estoy".Pero sus críticas y autocríticas no acaban ahí. El autor mexicano afirma que "la mayoría de los escritores españoles está demasiado ocupada por su imagen literaria, que no es otra cosa que su imagen comercial. "Estamos", dice, "ante una especie de autismo, de ensalzamiento estúpido del yo y de la consagración de ese yo en base a la cantidad de libros que vendas. No les interesa para nada la ecología, por ejemplo".
Durante las citadas jornadas, Da Jandra lanzó la idea de firmar "un manifiesto en favor de los mares, ahora que se están convirtiendo en un vertedero de desechos tóxicos, de que los fenómenos climáticos están acabando con las reservas marítimas, y me dijeron que ese no era el tema de la reunión, que estábamos en Lisboa para hablar de literatura". "Incluso los grandes personajes que exportamos de América Latina", añade, "como Vargas Llosa o Cabrera Infante, ya no tienen nada que decir a los latinoamericanos. Podrán vender libros en España, pero ya sólo escriben bagatelas. Pura retórica. Es casi un consenso que esos escritores ya no representan a América Latina".
Sobre el conflicto de los indígenas en México, Da Jandra sostiene que no es más que "la vieja pugna entre lo rural y lo urbano". Y explica: "Todos los grandes núcleos urbanos e industriales se han desarrollado en base al sacrificio de lo rural. El franquismo desarrolló Cataluña y el País Vasco y abandonó a Galicia y Andalucía. Pues en México el desarrollo de los grandes núcleos urbanos, como México DF, Monterrey o Guadalajara, se hizo en base al sacrificio de las autonomías indígenas. Y por primera vez se puso un ¡hasta aquí! La solución de la represión y el totalitarismo ya se ha agotado. Ahora hay que apostar por el vértigo y ahí es donde España sería un modelo a seguir".
"Somos conscientes", añade, "de que el modelo autonómico español podría servir para las autonomías indígenas. No separarlas del Estado, pero darles su espacio. Hay estados, no sólo Chiapas sino también Oaxaca o Guerrero, que son más violentos y tienen una mayor tradición de lucha, donde la represión es total. En Chiapas se permite que el indígena hable pero en Oaxaca o Guerrero se han aniquilado sus voces. Si no se busca un cauce para esos pueblos, México va a estallar".
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