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Matutes hizo coincidir su viaje a Cabo Verde con la estancia de una delegación de su grupo hotelero

El titular de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, hizo coincidir en enero el primer viaje de un ministro español a Cabo Verde con la visita a ese mismo archiépelago de una delegación de directivos de su empresa hotelera, según revelaron fuentes caboverdianas y extranjeras residentes en esa ex colonia portuguesa. Algunas de las gestiones de los ejecutivos, que anticiparon su intención de efectuar inversiones turísticas, se produjeron con los mismos interlocutores con los que se reunió el ministro. Matutes anunció allí la próxima firma de un acuerdo de protección de inversiones y la reanudación de la cooperación, que abarcará a partir de ahora al sector turístico de este país africano compuesto por diez islas y que tiene 389.000 habitantes.

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EL PAÍS intentó durante varios días recabar la versión de Matutes sobre su viaje a Cabo Verde, pero el ministro se negó a hablar del asunto. El director general de la Oficina de Información Diplomática (OID), Joaquín Pérez Villanueva, se limitó a señalar que toda la visita de Matutes "tuvo carácter oficial", pero rehusó contestar sobre la coincidencia del ministro con la de los directivos de sus empresas.Matutes inició el 14 de enero por la tarde su primer viaje a un país de África subsahariana. Permaneció en Cabo Verde tres días, hasta el 17 por la mañana, en que regresó a España en un avión de la Fuerza Aérea. Entonces llevaban ya una semana en ese mismo archipiélago Daniel Pons Lladó, director, consejero y accionista minoritario de la Agrupación Hotelera Doliga; José Bonet Ribas, consejero de esa misma cadena y director general del holding; y dos hijas del ministro, Carmen, que también trabaja para el grupo de hoteles, y María, que colabora con su padre pero no mantiene ninguna relación contractual con sus empresas. Formaba además parte de la delegación Alejandro Monfort Halla, yerno del titular de Exteriores.

Esta delegación empresarial desembarcó en Sal, el aeropuerto internacional de Cabo Verde, el 10 de enero a primera hora de la tarde en el vuelo VR 601 de la compañía caboverdiana TACV procedente de Lisboa, y regresó, vía París, a Ibiza, sede de Doliga, en la madrugada del 19 en el vuelo VR 606 de la misma línea.

Recorrido pormenorizado

Durante sus nueve días de estancia hicieron un recorrido pormenorizado por seis islas del archipiélago (Santiago, Saô Nicolau, Maio, Saô Vicente, Boavista y Sal) y celebraron numerosas reuniones con alcaldes y concejales de localidades turísticas, empresarios caboverdianos del sector de la construcción y, el 14 por la tarde, con José Luis Sá Nogueira, presidente de Promex, un organismo público dedicado a atraer turistas e inversiones, y Joáo Santos, director de inversiones de esta institución. La cita tuvo lugar en la sede de Promex, en la Archada de Santo Antonio de Praia, la capital.Durante su estancia, Matutes efectuó, el 15 de enero por la tarde, una breve gira turística por el archipiélago que le llevó a visitar un par de lugares donde ya había estado la delegación de Doliga. El embajador de Cabo Verde en Portugal, Teófilo de Figueiredo, que también está acreditado en España, acompañó sucesivamente a las dos delegaciones, la empresarial y la ministerial, a algunas de las citas a las que acudieron. El embajador rehusó responder a las preguntas de EL PAÍS.

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También departió el titular de Exteriores con algunos de los interlocutores que se habían entrevistado previamente con los directivos de su grupo familiar, como Sá Nogueira y Santos. Ambos formaban parte de la delegación que acompañó a los ministros caboverdianos de Exteriores, Amilcar Spencer, y de Coordinación Económica, Antonio Guadalberto do Rosario, en sus respectivos encuentros con el jefe de la diplomacia española del 14 por la tarde y 15 por la mañana, horas después de que se reuniesen con los representantes de Doliga.

Matutes, al que acompañaban su mujer, Nieves Prats, y tres directores generales de su ministerio, evitó acudir a sesiones de trabajo con sus directivos y familiares pero sí se vio con ellos en privado en Prala, donde todos se alojaron en el Hotel Trópico.

A partir del mediodía del viernes 16, el titular de Exteriores se tomó la tarde libre, según reconoció al director de la OID, que no dio detalles sobre la actividad de Matutes fuera de programa. Pérez Villanueva, que viajó a Prala junto con el ministro, hizo, no obstante, hincapié en que toda la visita "tuvo carácter oficial". En el Ministerio de Exteriores caboverdiano se indica, sin embargo, que el final de la estancia del huésped español fue de índole privada y así lo recogió, por ejemplo, la agencia de prensa portuguesa Lusa.

En los comentarios que los altos cargos de Exteriores hacían en pasillos de la gira caboverdiana hay una profunda división de opiniones. Algunos consideraban que Matutes organizó un viaje de negocios disfrazado de viaje oficial y que la reanudación de la cooperación con ese país obedece ante todo a intereses particulares. Los más fieles al ministro sostienen, en cambio, que España debe estar más presente en África subsahariana y que Cabo Verde puede servir de plataforma para una mayor penetración en ese continente.

Poco viajero

Matutes es un ministro poco viajero que, desde que asumió el cargo hace 22 meses, no ha efectuado ninguna visita bilateral a América Latina, a Oriente Próximo ni a los países del Este candidatos al ingreso en la Unión Europea y ni siquiera acompaña al presidente José María Aznar en muchos de sus desplazamientos al extranjero. Su estancia en Cabo Verde, precedida por escalas de menos de 24 horas en Rabat y Nuakchot, duró, sin embargo, casi 72 horas.Al término de su recorrido, los representantes de Doliga anunciaron "haber identificado dos áreas de inversión en Boavista y Maio, aunque no descartaban otras opciones", según señaló a EL PAÍS Aida María Duarte Silva, directora de Promoción turística de Promex. Su intención consiste, según se cree en Promex, en presentar sendos proyectos de construcción de hoteles similares a los que Doliga posee en República Dominicana pero bastante más pequeños. "Su visita abre nuevas perspectivas para el desarrollo turístico de nuestro país", se alegró Sá Nogueira.

Aunque sus propietarios suelen ser los ayuntamientos, el Ministerio de Coordinación Económica, que dirige Gualberto do Rosario, administra todos los terrenos de utilidad turística". Todos los proyectos de inversión en ese sector requieren la aprobación del titular de Coordinación Económica, explicó Sá Nogueira.

El Gobierno caboverdiano ha decidido impulsar el desarrollo de un turismo de calidad -el año pasado acogió a 45.000 europeos y norteamericanos-, que ya está creciendo al 15%, anual. El archipiélago,, en buena medida virgen, tiene enormes potencialidades.

Abel Matutes no posee ninguna acción de la cadena hotelera, cuyos principales propietarios son su mujer, sus hijos, su hermano y una sociedad panameña. El grupo hotelero ibicenco, más conocido por el nombre de su marca comercial (Fiesta), administra o tiene en propiedad más de dos decenas de grandes hoteles, sobre todo en Baleares y Canarias, con unas 24.000 camas, a las que hay que añadir otros dos, con más de 3.000 camas en total, en la República Dominicana. Daniel Pons fue precisamente el artífice de esta inversión.

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