Una lista de 700 fichas
Tras el tratado de Schengen, los mandatos de arresto internacional transmitidos por el SIS se aplican de manera casi automática en los países destinatarios en forma de detenciones provisionales. Los jueces sólo pueden retener las órdenes que crean abusivas pero el procedimiento es automático. Desde que en octubre de 1997 Italia se integró en el espacio Schengen, los fiscales italianos han alimentado al SIS con unas 700 fichas. El rechazo de los tribunales a las peticiones de extradición no puede ser revocado por el Gobierno pero una decisión favorable no compromete al primer ministro francés, que en ese caso tiene las manos libres. La independencia de la Fiscalía italiana complica la posibilidad de que París negocie con Roma una salida a la situación.
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