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SOS por el felino más amenazado

Reunión de especialistas mundiales en Cabañeros para tratar de salvar al lince ibérico

Tímido, silencioso y huidizo, el lince ibérico (Lynx pardina) es el felino sobre el que se cierne el mayor peligro de extinción. Puede que las nuevas generaciones tengan que estudiarlos como a una reliquia romana porque la modernidad los está matando. El riesgo es tan alto que especialistas mundiales en felinos han realizado en Cabañeros (Ciudad Real) unos ejercicios espirituales para diseñar una estrategia de conservación. Sus recomendaciones se remitirán a las Comunidades Autónomas para que elaboren planes de protección a fin de frenar la carrera hacia su desaparición.

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Medidas estratégicas

Susi Ellis y David Wildt, de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (lUCN), han sido los maestros de las jornadas celebradas el pasado fin de semana en Cabañeros. De nueve de la mañana a diez de la noche, expertos, cazadores, ecologistas y responsables políticos de la vida silvestre fueron invitados a olvidar sus problemas personales y profesionales para dedicarse a un solo objetivo: salvar el lince ibérico."Parecía que estábamos en la escuela, que todos éramos niños a los que se muestran consignas en las paredes como Olvídense de sus problemas. Conocen muy bien las técnicas psicosociales para el manejo de grupos. Imagínese: 50 personas juntas doce horas diarias seguidas... Íbamos a cenar o a tomar un café, y siempre hablando de lo mismo". Miguel Delibes, hijo, el biólogo que más ha investigado el lince en España, reconoce, a pesar del cansancio, que el taller organizado por la lUCN ha sido "muy interesante".

También lo cree así Susi Ellis, quien después de esta reunión se desplazó a China para organizar otro taller similar sobre el panda. "La gente del taller cree que estamos en el filo de una catástrofe sobre el lince ibérico. Es una especie muy hermosa y singular que vive únicamente en la Península. Sería una lástima que se perdiera. De los veinte felinos que hay en el mundo, es el más amenazado. Podemos perderlo en 50 años si no se toman medidas inmediatamente".

La estrategia de Ellis y Wildt fue encerrar a las 40 personas involucradas en salvar este animal y obligarles a aportar ideas en distintos grupos, sin prejuicios ni compromisos. Están especializados en analizar el comportamiento humano ante las especies amenazadas y es la primera vez que aplican este modelo de taller en España.

Fascinantes ojos

Según Ellis, todos trabajaron muy duro y aportaron soluciones creativas a un problema que quedó explícitamente definido: el lince ibérico está en crisis. Su hábitat está muy restringido. Existen pocas poblaciones y muy fragmentadas entre sí, de modo que no pueden intercambiar material genético. Eso los hace más vulnerables a las catástrofes -la fuerte sequía pasada, los incendios forestales- y a las enfermedades. Cuando esto ocurre en colectivos muy pequeños, puede costarles la vida.

Por añadidura, el territorio donde sobreviven ha sido pasto de sucesivas enfermedades que han esquilmado su principal alimento, los conejos. Afectada por la mixomatosis primero y la neumonía hemorrágica vírica después, la presa por excelencia de los linces ha menguado estrepitosamente en los dominios que habita. Y, sin ese menú favorito, se ven obligados a cazar otras presas secundarias o se mueren de hambre.

La época de su captura indiscriminada como trofeo de montería o para mercadear su piel ya es historia. Son animales protegidos. Quien intente capturar un ejemplar se juega la cárcel. Aun así, desde 1960 no deja de disminuir su presencia, que cifra Delibes entre 500 y 1.000 ejemplares, distribuidos en los Montes de Toledo, Sierra Morena y Doñana, principalmente. Nadie se arriesga a dar datos precisos porque se ignoran.

Con una altura similar a la del perro labrador, el lince ibérico es un felino esbelto de patas y patillas largas, pinceles en sus orejas, cabeza y cola cortas y unos ojos fascinantes y majestuosos. La confusión con el gato se disipa cuando lanza su aullido de depredador. Los machos (de hasta 15 kilos) tienen tendencia a la poligamia, pero frecuentemente son monógamos y exclusivistas. Se aparean por estas fechas y paren dos o tres ejemplares en oquedades de árboles o riscos durante la primavera.

Gracias a la colocación de radiotransmisores en algunos ejemplares de Doñana, donde recientemente se hallaron dos linces muertos, uno de ellos por disparos, se sabe que viven refugiados en montes mediterráneos hasta el crepúsculo, cuando salen a los matorrales a cazar conejos. Localizan a la presa y de un sprint fugaz la atrapan por la nuca.

Toleran la presencia del hombre, pero son muy sensibles a los cambios que éste provoca en su entorno, como las carreteras o la deforestación. Carecen de enemigos, lo que ha contribuido quizá a que no hayan. desarrollado su inteligencia y se acerque su fin como especie si no se hace nada para conservarla. De hecho, se dejan atropellar y no saben reaccionar ante situaciones novedosas.

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