Cinco días de deliberaciones

El problema fue decidirse. Los méritos de las dos novelas que llegaron a la final contaban con la más alta calificación del jurado. Jesús de Polanco, presidente del Grupo Santillana, conoció la noche del miércoles, en el curso de una cena, la indecisión que embargaba al jurado: "Tienes que ayudarnos', me dijo Carlos Fuentes nada más verme. He de reconocer que mi hija Isabel [directora general del Grupo Santillana] se puso inmediatamente del lado del jurado...", contó ayer Polanco antes de desear "suerte" a las dos obras ganadoras del Premio Internacional Alfaguara de Novela.

"Doy las gracias al jurado porque ha trabajado largo y duro", añadió Jesús de Polanco, quien reconoció que tuvo algunas dudas cuando el presidente del jurado del primer premio de narrativa de Alfaguara le planteó el dilema pero por sus palabras se desprendía que la intervención de su hija inclinó definitivamente la balanza a favor de un galardón compartido para Caracol Beach, de Eliseo Alberto, y Margarita, está linda la mar, de Sergio Ramírez.Las deliberaciones del jurado se mantuvieron en secreto y el hermetismo duró hasta el último momento. Muy pocas personas conocían ayer por la tarde el resultado en la sala de la Casa de América, en Madrid, donde se anunció el fallo. Durante toda la mañana se especuló con el nombre del escritor cubano Abilio Estévez como posible ganador y en los días anteriores sonaron también Héctor Aguilar Camín y Almudena Grandes como candidatos al galardón, pero ninguno de los nombres pudo ser confirmado ni siquiera como candidatos.

Muchas horas

Durante cinco días los miembros del jurado -presidido por Carlos Fuentes, con Rosa Regás como secretaria e integrado por Sealtiel Alatriste, Rafael Azcona, Juan Cruz, Tomás Eloy Martínez y Marcela Serrano- discutieron intensamente durante horas. Si se le pregunta a cualquier persona del gabinete de prensa de la editorial por las horas pasadas negociando, la respuesta es: "¡Buff!, muchísimas".Pese a contar con, el visto bueno del presidente del Grupo Santillana para premiar dos novelas los miembros del jurado decidieron llevar su decisión de continuar las deliberaciones hasta el final Incluso ayer por la mañana volvieron a reunirse y al mediodía pidieron que se les pasara la comida a la sala donde estaban deliberando.

El Premio Internacional Alfaguara de Novela se convocó en la Casa de América de Madrid el 22 de abril del pasado año, en la víspera de la celebración mundial del Día del Libro. El plazo de admisión de originales finalizó el 30 de noviembre. Al concurso se presentaron 602 originales procedentes de todo el ámbito de la lengua española o del "territorio común de La Mancha", según la expresión de Carlos Fuentes: 257 de España y 345 de América. De Argentina se recibieron 115 originales; de Chile, 22; de Paraguay, tres; de Uruguay, cinco; de Bolivia, 12; de Colombia, 31; de Ecuador, ocho; de Perú, 21; de Venezuela, 25; de Costa Rica, 14; de El Salvador, tres; de Guatemala, seis; de México, 52; de Panamá, nueve; de Puerto Rico, tres; de la República Dominicana, cuatro, y de Estados Unidos, 12.

Un grupo de lectores de la editorial Alfaguara realizó la primera criba y seleccionó 20 obras, las mismas que se distribuyeron a cada miembro del jurado. A lo largo de esta semana, con todos los miembros del jurado en Madrid, el número de novelas finalistas se redujo a 10, que es sobre las que se trabajó en los últimos cinco días.

Los miembros del jurado negaron rotundamente que se haya favorecido a autores de Alfaguara y no quisieron calificar ni distinguir entre la narrativa española y la latinoamericana. "El Atlántico no es una zanja, es un mar por el que navegan carabelas de ida y vuelta. Es un mar de encuentro y no un abismo para las carabelas que van y vienen cargadas del oro de la palabra", dijo Carlos Fuentes.